Por Axel Andrés Ovalle
Es un
nuevo comienzo, lo mismo de siempre. Levantarse y ver la gran luna roja, que
rodea la atmosfera y alumbra los grandes prados verde-azules y las vías
intergalácticas.
Podría
decirse que todo transcurría normal, como siempre se mantiene una precaución al
andar, por aquello de la lluvia de estrellas. El uso de lentes del tamaño de
dos esferas olímpicas para cubrirse del polvo cósmico es esencial y llevar un
protector en la parte de arriba de la cabeza tampoco esta de mas, al decir que
nuevamente se viene la oleada de meteoros.
-“Estación
Siatiera” es lo único que se antes de abordar el transbordador.
Aun no
entiendo porque nos hacen viajar tantos años luz, para llegar a un lugar donde ni siquiera saben de nuestra existencia…
Desearía quedarme recostado contando nebulosas.
Es un
largo camino donde puedes pasar horas contado cometas y aun así harían falta
antes de terminar el viaje. Una cabina no muy grande donde nos transportamos
unos 150 mediadores, soportando un calor solar y una tediosa picazón de
escamas.
Los rayos
de calor traspasaban la hojalata y yo en lo único que pensaba era en el motivo
por el cual seguía insistiendo en realizar este viaje. No dudaba en si ayudar a
esta especia a sobresalir seria el equilibrio perfecto que se busca en el
universo o si tomaran nuestros regalos conscientemente y los usaran para
superarse. Lo que me pregunto es si dará resultado la forma en la que pensamos
comunicar nuestro mensaje y si será captado de manera positiva por dicha
especie.
Era
inevitable dejarse vencer por el cansancio cuando de repente en un cerrar de ojos ya te
encontrabas sobre la superficie.
Comenzábamos a
enlistarnos, mientras preparamos los carteles terrestres con los cuales
pretendemos formar un vínculo de comunicación, ya que es la forma más clara en
la que entienden estos seres un mensaje acerca de nuestras intenciones
pacificas y de ayuda.
Ni bien se alza el
primer cartel cuando una nube de polvo, más grande que la cósmica; comienza a
cubrir nuestros ojos. Un estruendoso
grito se avecina hacia nuestra dirección.
Es aquí cuando nos damos cuenta que nuestras preguntas aun no tienen
respuestas suficientes...
“Retirada” Parece ser el nombre
del capitán, quien nos ordena volver abordar la nave. Seguramente nuestro
mensaje no estaba entendible, llevar paz y nuevas razones de vida a este
planeta resulta más difícil de lo estipulado. Regresamos a nuestro hogar donde
buscaremos otras formas más sencillas de comunicarnos.
Nuevamente comenzaremos con lo mismo de siempre...
1 comentario:
No sé en dónde he visto eso de que los alienígenas vienen a salvarnos y nosotros como humanidad pensamos lo contrario y les aguamos el proyecto de unificación y paz intergaláctica. Igual, es interesante ver como a travéz de algo como la ciencia ficción podemos desarrollar temas tan humanos como la falta de comunicación y el poco entendimiento que tenemos del otro.
Lo interesante de este cuento creo que el aburrimiento o desesperanza que estos personajes sienten al saber que tienen que volver a intentarlo sabiendo que con los humanos, por lo normal, no se puede llegar a nada.
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