Por Nath Marroquín
Quizá algún día será
Me dirijo a
usted pues señor, apreciable compañero a quién con todo respeto debo decirle
que llevo tiempo estudiando y a usted, sí a usted, a quién un día pensé en
entregarle mi corazón. Ahora me doy cuenta que pudo haber sido algo mágico e
inigualable, pero simplemente no estábamos listos, y ¿Para qué es que no
estamos listos?, pues nada más y nada menos que para arruinar esta hermosa
amistad.
Siento
tener todo el derecho de escribirle lo que pienso y lo que siento, usted me dio
el derecho en el momento en el que me robó ese beso, cabe mencionar que aunque
no estaba segura, su seguridad me dio la pauta de que todo saldría bien lo
hacía.
Hoy
en día me encuentro en un dilema, ya que puedo reforzar esta amistad y quizá
darme cuenta de que lo quiero solamente como un amigo, ó bien puedo aceptar tu
proposición y ver como es que una relación de mucho más que amigos se puede
dar. Siento el deseo de expresarle mis pensamientos, pero no lo haré por
escrito…preferiré verlo directamente a la cara y hacer que las palabras salgan
sobrando.
Déjeme
adelantar nada más que con el estudio antes mencionado llegué a la conclusión
de quizá yo esté lista para comenzar algo, pero usted; usted no tiene ni la
menor idea de que hacer con su vida, así que permítame entrometerme en su vida
y darle un consejo, no intente conquistar a una persona, cuando a alguien más
ya se adueñó de su corazón.
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