11 marzo 2012

Proyecto "Ashuk"


Por Julio Urízar

G-13 gira lentamente en su órbita esmeralda esperando que el atardecer llegue al hemisferio donde se encuentra el minero Anatole Zarggoszo, de la villa de Urma, cincuenta mikalianos al sureste de Patfis, capital. Anatole Zarggoszo ha mantenido un comportamiento uniforme durante los meggjos que hemos estado estudiándolo. Levanta con toda la lentitud de su planeta la pica y golpea la roca cada cinco trembes antes de perderse en las divagaciones con que apunta al horizonte en cada respiro. Lo hace agitadamente, llena sus pulmones de cianuro y vuelve a blandir la pica y a salpicar esquirlas en torno a sus pies. Las verdes y brillantes las coloca en el depósito que más tarde el egatronio llegará a recoger para llevarlo a la central. Las grises y apagadas, Antale Zarggoszo las guarda en su alforja para darlas luego  a cambio en la villa por un poco de ashuk, bebida estupefaciente que los urmalianos fabrican a base de basha (jargalina-cupreyodida), la cual los transporta a un estado de inmaterialidad placentera que, como se verá más tarde, pareciera ser la fuente energética del urmaliano de clase media.  
            Si bien, la sustancia ha comenzado a dañar el sistema de Anatole, suponemos que lo ha hecho en un momento en que es necesario que el trabajador esté preparado para retirarse. Debemos hacer una breve descripción de la rutina de este miembro tan valioso para comprender nuestra teoría: al comienzo del meggjo, Anatole Zarggoszo aparece por el sendero desde muy temprano, leal como buen amigo de la mina, con la pica hambrienta de dlog y una responsabilidad incólume que no se corrompió ni con la más ilustrativa saña de los sindicatos que la buena política de este planeta logró erradicar. Trabajará la jornada, llenará tres o cuatro depósitos, dependiendo de la calidad del suelo que en ese momento trabaje, y recogerá, como recompensa, los fragmentos que para su ingenua mente son más especiales, puesto que los trocará, en su regreso a Urma, por más ashuk, no sin antes observar, en cada nueva alzada, algo que en la lejanía, ya desierta y explorada por su mismo esfuerzo, pareciera emerger en un momento u otro; algo que, podría pensar quien lo viera, Anatole está esperando desde la última vez que Nicarno, estrella del sistema, iluminó este hemisferio.  
En la planta de observación lamentamos la imposibilidad de que el excelente Anatole Zarggoszo dure los siguientes dos fdedls. Es, sin duda, el más inalcanzable e indestructible miembro que tiene la mina Nilram, el que nunca tuvimos la necesidad de adecuar al sistema pues el sistema, aunque externo a su intelecto, logró ser absorbido por su escaso entendimiento nativo.
Como bien se sabe, los estudios demuestran que los niveles de dlog de G-13 son mayores a lo que se sospechaba en un comienzo. Adanak Corp. ha celebrado el hecho anunciando la instauración de nuevas plantas y la renovación de todos los egatronios que funcionan en las actuales. El gobierno en Paftis, por el momento, no tuvo problemas en ampliar los contratos. Esta agradable noticia es una promesa de vida mejor para los mineros como Anatole Zarggoszo y sus familias, quienes serán condecorados póstumamente y serán, sin duda, ejemplo inmortal del desarrollo y la tecnologización de G-13.
Ciudades en crecimiento continuo como Urma y Zeboffk deben el progreso reciente a ciudadanos que como Anatole Zarggoszo han laborado en las minas de dlog, tanto en Nilmar como en otras corporaciones que velan por el desarrollo integral de los habitantes y el medio natural de G-13.
 Anatole Zarggoso cuenta con 31 fkeldem, exorbitante para un extractor de dlog, y a pesar de que su ritmo de trabajo disminuye, lo hace con el orgullo de haber dejado atrás una estela de bienestar y progreso.
 Las observaciones han comprobado que el objeto de estudio consume cada meggjo una cantidad equiparable a nueve yambos de ashuk. Si nuestras hipótesis son correctas, el ashuk será un elemento clave para el ascenso de la productividad de G-13, puesto que, si bien es una sustancia popular entre los urmalianos, no hay, por el momento, suficientes existencias para cubrir las necesidades de todos nuestros trabajadores.  
El presente estudio pretende conocer la potencialidad del ashuk como agente energizante en los cuerpos del equipo de Nilram. De obtener resultados positivos, Anadak Corp. podrá optar por extenderse al hemisferio fértil de G-13 para llevar dicho desarrollo a los pueblos que subsisten en aquella región por la siembra de basha bajo métodos aún rudimentarios que podrán ser fácilmente modernizados.
Si los altos mandos aprueban dicho proyecto, basha y dlog, campos y minas, convertirán a este planeta en una de las mayores potencias de la galaxia.
Ciudadanos como Anatole Zarggoszo observan el horizonte como si vieran ante ellos esa posibilidad. Esperemos el futuro, junto a él, con dicha ilusión.


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