02 marzo 2012

Obra de teatro

Por Carlos Vásquez

Personajes

Lic. García
Teniente Delgado
Monseñor  Robledo

Lugar y argumento

En una celda en lo más profundo del convento a pocas horas de la ejecución de dos de los Conjurados...

Monseñor Robledo: (Sentado en una silla en el rincón de la celda) - Terrible desgracia, y justo a un día de la ejecución de nuestro plan, misteriosos son los designios divinos, hemos de pedir sabiduría, porque semejante revés no veo por donde se enmendará.

Lic. García: (Mientras caminaba en círculos dentro de la habitación) -!No entiendo cómo los oficiales se han enterado! Hemos tenido extremo cuidado con calcular cada detalle, !alguien tuvo que delatarnos!

Teniente Delgado: (Recostado en una columna) - Lo mejor será dejar todo a la suerte, hacer de cuenta que nada de esto ha sucedido, y hacernos los desentendidos, lo lamento por los condenados pero todo el plan ha sido una pérdida de tiempo

3 comentarios:

JuLio Urízar dijo...

Es una imagen interesante. Me pregunto qué hicieron el cura, el licenciado y el militar para estar en la carcel, esperando una a todas luces segura condena. Podría ser una escena en una obra sobre la guerra en Guatemala, o sobre las tiranías de algún dictador al que se le están volteando los aliados, me suena mucho al Señor Presidente, no sé por qué. Me gustaría saber que más pasaría después, cuál era el plan que falló, etc. Lo que logra este texto es ponernos, en breves palabras, en un ambiente tenso y lleno de intriga política, aunque lástima que no siga.

Francisco Juárez dijo...

si!! yo creo lo mismo!! la historia debió continuar, aunque me pregunto ¿quienes eran los dos conjurados? uno de ellos se iba a salvar... parece que la respuesta está en la ultima linea

Carmen Ovalle dijo...

Me gustó lo que escribiste porque incluiste de cierta forma a tres personajes de diferentes oficios y profesiones, cometiendo alguna injusticia tal como sucede hoy en día en nuestro país.