11 marzo 2012

Sueños a través del cristal


Por Francisco Juárez

Noticia preliminar:
Después de una ardua investigación, un informe presentado el día de ayer ante los representantes de los nueve países más poderosos del mundo reveló la existencia de lo que los científicos llaman “realidades paralelas”, estas realidades constituyen una especie de universos que existen entrelazados con el universo que nosotros conocemos. Cabe resaltar que la evidencia que se posee al respecto es aún incipiente pero las organizaciones científicas de toda la esfera terrestre se han comprometido a profundizar al respecto.
No es posible determinar las consecuencias que éste descubriendo traerá sobre la civilización como la conocemos. Sin embargo podemos inferir que todo lo que hemos conocido y que se ha dado por sentado en los campos de la física y la ciencia en general no serán los mismos.
Solo el tiempo concederá las respuestas.
Columna escrita en el diario “The Independent” de Londres. Mayo de 2032.

Al alzar la vista al vasto cielo el sol cubría todo su alrededor, las nubes viajaban lentamente y cubrían partes de un cielo azul distante, un viento templado soplaba y movía el vasto follaje de los árboles que cubrían aquella pradera. Nunca había visto aquel lugar, se sentía extrañado pues hasta donde sus ojos alcanzaban a ver todo le parecía desconocido, borroso, cubierto por una bruma que nublaba tanto su vista como sus pensamientos.
No supo como llego a ese lugar, al despertar se encontraba ya allí, comenzó a caminar buscando a alguien que respondiese su llamado, por una extraña razón tenía el presentimiento que nadie contestaría. Las horas pasaron y comenzó a sentirse muy agotado, los campos se extendían a  kilómetros de distancia, el alto sol se había trasladado y comenzaba a ocultarse. El viento se fue intensificando hasta que fue una ráfaga inclemente que sacudía los pastizales y hacia volar rastrojos por toda la pradera.
Al llegar a un montículo encontró un lugar para descansar sobre un árbol frondoso del cual brotaban grandes luces amarillas y azules que parecían luciérnagas y que sin embargo no eran ningún animal, eran solamente luces que salían del árbol. Sin comprender aun que sucedía trepó el árbol y divisó en la lejanía, sobre su copa, la silueta de edificios muy altos, lo cual impregnó de esperanza su corazón.
Pasaron días enteros de caminata, durante las noches trepaba algún árbol en el cual dormitaba pues el temor a ser atacado por algún animal no le permitía conciliar el sueño por completo. Su alimento eran unas frutas amarillas que pendían de las ramas de unos arbustos que crecían escasamente en aquella extraña región.
Con el paso del tiempo llegó a descubrir que justo después de la puesta del sol las luces brotaban de los árboles y ascendían al cielo y viajaban al sur y no volvían más. Esto se repetía noche tras noche mientras ascendía a algún árbol que le serviría como refugio.
Durante aquellos días nunca divisó a otra persona, ni siquiera a otro ser vivo, más que aquellas luces que parecían tomar un rumbo propio y que siempre terminaba desembocando hacia el sur. Con el paso del tiempo su desesperación llegó a tal punto que sentía la necesidad de gritar y llorar suplicando al cielo simplemente escuchar una voz que le fuese familiar, algún signo de vida que le demostrase que todo aquello no era un sueño, o más bien que lo hiciera y lo devolviera a la realidad. No obtuvo respuesta a sus suplicas.
Pasaron meses antes de que llegara a la ciudad que vio aquella tarde. Al llegar sintió como sus esperanzas se derrumbaban y caían a sus pies pues aquellos enormes edificios eran ya únicamente grandes esqueletos de metal, inmensas construcciones roídas por el paso del tiempo, de las cuales se iba apoderando la vegetación. Comprendió en ese momento que era el último ser humano sobre la tierra.

1 comentario:

JuLio Urízar dijo...

Me parece interesante aunque común en un relato de ciencia ficción tomar el tema de universos paralelos porque cuando uno se pone a pensar en ello es inevitable encontrarse con esa infinita ramificación de realidades que a cada instante, se supone que se van formando a partir de las infinitas posibilidades que puedan haber a partir de un simple hecho. Me parece muy atractivo cómo comienza el texto, con una noticia que cambiará el mundo y de pronto nos hallamos ante este personaje que se encuentra solo. La narración me parece adecuada aunque creo que el hechod e ser el último ser humano de la tierra es ya un lugar común muy utilizado. Porsupuesto, la carga psicológica de una situación así debe ser apabullante y creo que eso no los transmite el texto. De todas maneras, las imágenes de un mundo distópico y medio alienígena me parecen acertadas.