Por Axel Ovalle Dávila
Y
aquí me tienes nuevamente desnudando mis sentimientos ante tus ojos,
Recordando
las memorias que juntos compartíamos aquella tarde de verano.
Esos hermosos ojos que acompañados de una dulce sonrisa
prometieron amarme toda la vida.
Parecía tan cercano y ahora distante…
¿Aun te acuerdas que bajo aquel inmenso cielo celeste, cubriéndonos junto al
árbol que nuestro amor grabado en el tronco aun se sigue luciendo, como mis
labios por primera vez reposaron en los tuyos y fueron bañados por inmensa paz?
¿No lo recuerdas?
El
destino logro conspirar para que nuestro encuentro fuera posible y de pronto…
De pronto decides marcharte…
Sin
razón alguna, sin un último beso que me acompañara en esta triste soledad que
dejo tú presencia.
Como de pronto la seguridad se ve abatida por confusión
y melancolía.
¿Regresaras a mi?
Simplemente quisiera saber en qué momento te he fallado… Quizás de vez en
cuando tus labios imploran mi nombre.
Mis sentimientos siempre fueron puros y sinceros. La
sonrisa que emanaban mis labios era una sonrisa directa del corazón. Mis
intenciones correctas fueron y tu en parte de mis sueños te convertiste.
El hogar que Lograste construir en mis pensamientos
ahora lo dejas… lo dejas sin razón.
Oh
tremenda desesperación la que viene habitarme junto con su amiga la ansiedad…
Traen mi mente la pregunta ¿Cuándo fue la última vez que pensaste en mí?
Si es que aun sigo siendo parte de tus pensamientos
como tú de los míos... Recuerda la razón por la que me amaste en un principio y
dime que regresaras a mí.
Ver tu hermoso rostro y contemplar tus ojos es mi
anhelo más profundo.
Por favor regresa a mí…
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