15 julio 2011

La misma lluvia

Por José Andrés Ochoa


La lluvia cae sobre la ciudad, así como diría el grupo mexicano Los Búnkers. En esa ocasión, es mi vehículo el que me resguarda del agua que cae copiosamente. Me siento aislado más no aburrido. Parece que estas son las pocas ocasiones donde se percibe un ambiente pacífico en la ciudad de Guatemala. ¿Qué es la paz, sino esa sensación de respirar sin la presión de algún compromiso en la agenda?

Bueno, mi agenda no estaba vacía. Sólo tenía un break. La lluvia no cesa. Yo, aquí disfrutando del disco de Fear of the Dark de Iron Maiden. Mi banda favorita, a pesar de las rudas guitarras. Yo, nada más en un momento placentero. Relajarse y escuchar tu música preferida… Qué más.

Observo con perspicacia mí alrededor. Las gotas de agua que se estrellan en el vidrio juegan a ver quién llega más rápido al capó. Sus formas invitan a la imaginación. Actúan como violentas, buscan chocar la una con la otra. Claro, al juntarse sólo se hacen más grandes. Se vuelven indestructibles. Aun con mi vago cuento, mi mente recapacita. Mis ojos se tornan a la calle y enfocan en un sólo objetivo.

Los automóviles transitan. Como suele suceder en este país, unas pequeñas gotas del vital líquido provocan atascos. Detesto la ciudad. La gente es sucia, maleducada y violenta. No me gusta el lugar, pero aquí está la plata. Aquí vengo a ganarme mis centavos para retornar a mi querido Izabal. Allá en Morales me espera mi familia, el sol, la tienda de doña Ana y paz. Mucho mejor que la de aquí.

Suena Judas be my Guide. No sé si coincidencia, pero sucedió lo que esperaba. Llegó el automóvil rojo. Camioneta, con aros y un choque en el panel derecho, así como lo describía el jefe. Arranqué el vehículo, di un suspiro y metí la primera velocidad. Judas be my guide… - suspiré-. Avancé. El carro se encontraba en la misma cuadra. Bajaba el panzón y calvo, quien era mi objetivo. Coloqué el carro a dos metros y saqué el arma. La apreté así como se saluda. Jalé el gatillo así como quien desea con un sublime toque cumplir una meta. Me acostumbro al ruido de la bala que comienza su trayecto. Me detengo a admirar su ruta.

Son maravillosos los proyectiles. Rompen el viento, y todo aquello que obstaculice su paso. La bala no discrimina, como lo hace mucha gente en este país. Actúa y ya. Así fue, sin dudarlo, mi arma mandó un mensajito al viejo. Mandé otro par, por si acaso. Las tres dieron en la panza, digo, el blanco. Perfecto –pensé-. Fear of the Dark ya sonaba. El cenit del álbum, y la decadencia del mismo, como fue para el viejo panzón.

Sin soltar el clutch, ya había arrancado dejando las dudas atrás. Había quedado de juntarme con unos amigos a beber algo, previo a mi retorno a las tierras costeñas. Llamé a mi jefe para notificarle, y dijo que me llamaba más tarde. Que iba para un club nocturno. Fui a beber,

aunque sabía que pronto tendría que acudir al rescate de mi jefe…

14 julio 2011

¿Tu añoras de verdad?

Por Sara Fernández

Y cuándo el tiempo se acabe y no haya hecho nada ¿Qué? - Poca fortuna para ti mi vida, ese
no es mi problema. Cuando desperté me di cuenta de que tal vez el sueño era este, de que
tratar de resolver un problema inconcluso no resultaba divertido en lo absoluto y tratar de
competir para ser la mejor, se reducía siempre a que nunca iba a saberlo todo, y de cualquier
forma, seguía aquí con una rutina estúpida que nunca fijaba sus estatutos como debía de ser,
con una meta insólita que quizá jamás sería cumplida hasta en un millón de años y con un
corazón que se contraía absorbiendo más sangre de la que bombeaba. ¿Qué tipo de alma era
esta? ¿Qué espíritu albino y retraído este que me toco para vivir? Y alguien aconsejaba, NO,
nadie, porque a pesar de que me esforzara por que los sentimientos certeros de mi alma
salieran a luz, no podía dejar de ser lo que aprendí a ser con el tiempo, Una completa
hipócrita. Interesante la hipocresía, cuando me la explicaron me dijeron que era la forma en
que una persona tenía actitudes diferentes frente a alguien y resultaba siendo perfectamente
distinta delante de otros. Esos mapas conceptuales técnicos, reprimidos y a la larga hipócritas
que trata de adoptar toda la gente, Incluso para tratar de pedir una servilleta en un
restaurante, nadie siquiera intentará sacar un poco de su verdadera esencia, ustedes saben,
esa esencia voraz, maldiciente y egocéntrica que tienen todos los humanos que habitan sobre
la tierra tienen. Salí de mi casa y vi el cielo entretejido de nubes, los árboles aferrados a la
tierra con todas sus fuerzas, el sol, la lumbrera del cielo y sobre todo el viento, en su forma
más pura y emancipada, cogitativa y enajenado del mundo, como si nada pasara y, una vez
más quise ser como él, subí al automóvil y escuché por la radio una sarta de mentiras y de ira
reprimida y cobarde salir de bocas de los pequeños contribuyentes del Estado y aún más
mentiras de la boca de quienes querían hurtar las contribuciones, así que busqué la única
estación de radio en la cual nadie habla, no tenía señal. Apague la radio, llegué a mi destino y
me di cuenta de que todo era lo mismo, de que todos hacían lo mismo que hacían ayer y que
seguramente mañana harían lo mismo que hacían hoy, era como vivir todos los días el mismo
día, como comer todos los días el mismo manjar y vestir todos los días la misma ropa. Quizá los
creadores de esta tierra tengan más mérito que los negociadores de vida, pues quien crea se
eleva y quien negocia vive para tener una idea más clara de cómo no morir. Después de un día
de rutina, regresé a mi hogar y guardé silencio una hora frente al espejo, viendo mi reflejo con
aires narcisistas y a la vez autodestructivos y derrepente la mujer que tenía al frente me dijo –
Y bien, te vas a quedar viendo qué hago toda la vida o vas a despertar de una maldita vez por
todas –No lo sé, eres tú quien me ve no lo recuerdas –no trates de usar trucos mentales
cariño, sabes perfectamente que yo existo y soy diferente, incluso aunque parezca igual – A sí
y qué tienes tú de diferente –Lo tengo todo sin ser nada, Soy como un sueño de carne y hueso,
como un puñal de porcelana –En serio lo piensas, yo soy de carne y hueso y resulto no siendo
un sueño, y soy un puñal de los que hieren y tienen filo, quizá pueda matarte –Ni siquiera
tienes valor para vivir, en serio crees que tendrás valor para quitar una vida -¿Qué vida? – La
que vivo y la que sueñas –Querida, yo hace mucho tiempo que maté esa vida y hace el doble
de tiempo que la extraño con lo más profundo de mis entrañas pero sin embargo sé que se fue
y que no regresará – Cierra la puerta en donde está este espejo y abre tu alma si quieres vivir,
mas si no lo deseas, sigue viendo como vivo una vida que anhelas con tanto fervor y rechazas
con tanto dolor – Si te callaras sería ideal –Si tan sólo hablara, querida, podría callar.

Noches de Inverno

Por Carlos Vásquez.

Noches de invierno tan tradicionales y embueltas en misterios
No ay en la historia un año sin noche de invierno
Aunque la sequía sea grave y sofoque los senderos
No ay una sola noche que escape del invierno

Noches frías y húmedas que despliegan su elegante manto
envolviendo los poblados que se disponen a su descanso
Ahh noches de invierno con agrado las recuerdo
Fueron el marco ideal de románticos encuentros

Noches de invierno
Algunas tranquilas con suave brisa
Y otras violentas cual tormentas
Que con rayos y truenos dificultan el sueño

Noches de invierno que con atraso o adelanto
No faltan en los meses del calendario
Llegan como presagio
De que en el año se está adentrando

10 julio 2011

A finales del Interciclo

Por Carlos Vásquez

Se acaba el interciclo y las prisas comienzan

las dudas de las zonas se dispersan
y la botazón de cursos empieza



Las calculadoras hacen las cuentas
y las sumatorias dan respuesta
de esperanza o tristeza
a quienes estudiaron o se descuidaron



Muchos son los casos
aquellos que buscan un milagro
o resignados esperan la fecha
para por la borda tirar la materia



La capilla no se da abasto
en las misas se escuchan los cantos
plegarias que se elevan a los santos
tanto que no se dan abasto



San Chiripa y Santa Wasa
los más buscados
a su salud muchos rosarios
de aquellos que a la zona mínima llegaron



La biblioteca universitaria abarrotada en cada sala
mientras que en las afueras los decepcionados
a la salud del ingrato licenciado
muchas cervezas y pocos alagos

09 julio 2011

Dimes y Diretes

Por Josué David Pereira

Soy Teófilo Celestino Sempse, y mi vida laboral es la que básicamente a complicado mi vida de una manera que no me explico cómo, les relatare como se desarrollo hasta llegar hasta aquí, era un día cualquiera en la oficina nada fuera de lo normal, saludando a la mayoría de los compañeros, tuve que saludar a la Jefa en turno……. La siempre amable pero 2 caras, así llamada “Insulina Clavillarte”, más conocida como la cachivaches, pero en fin, yo estoy enamorado de la bella delgada rara prepotente María Juana Corona, conocida como la ricitos de oro, en fin ellos son parte del problema al que creo que lo conocen ustedes como teléfono descompuesto, sonara algo atenué pero en si en eso se basa realmente en una serie de mal manejo de información y de paso decorarla, bueno ese día me dirigía a almorzar con un compañero, y acordamos almorzar en unas mesas cercano al trabajo, la cercanía hace que haya más probabilidad que lleguen más personas del trabajo verdad, pero eso no lo sabia es mas no me había percatado, pero en ese momento se estaba acercando a mi María Juana, en ese momento solo me disponía solo hablar incongruencias, y como sabe que eran incongruencias dirán? Bueno mi compañero Juan, más conocido como el tacita, porque tiene una oreja, era algo discreto, ya que todo lo decía en voz alta, y bueno ese día no era la excepción, el almuerzo paso sin más percances, y creo porque no podía ser más grande la vergüenza, así que al terminar la jornada de trabajo me disponía a dirigirme hacia mi casa, cuando me encontré con maría nuevamente, he íbamos hablando sobre cosas laborales, en fin estaba cuestionándome en cuanto a cómo llegue a encontrarme nuevamente con ella y mucho mas sola, era una cuestión poco usual, bueno tratándose de mi suerte, en fin cuando estábamos llegando a un centro comercial, me di cuenta que ella estaba más nerviosa, entendía porque? Pero en fin proseguí pero más adelante ella me detuvo y me dijo, tengo que confesarte algo, mmmm estuve pensado en que sería tan importante, y ella me dijo sufro de agorafobia, yo me dije, no quiero parecer tonto, preguntándole que es eso o con que pomada se quita, bueno me decidí a ser convaleciente, y le prometí que no le diría a nadie, así que dije mejor no vayamos al centro comercial verdad, mi error quedo en el otro día, todos mis compañeros querían saber a dónde nos habíamos dirigido ya que varias personas nos observaron el día anterior, así que les dije que ingresamos al centro comercial a tomar un café, mintiendo los distraía así que me dije que es una mentirilla nomas, pero esa mentirilla hacia que los demás crearan sus propias mentirillas, bueno para no aburrirlos llego un día, ya estaban diciendo que maría estaba en enfermedad terminal y que yo le estaba pagando las medicinas inclusive que estaba viviendo con ella, bueno no les mentiré estaba bastante ilusionado en cuanto esa, en fin ya todos los días hasta el pésame me estaban dando por anticipado, a mi el pésame, solo imagínense, es más me estaban colocando el sobrenombre de la enfermedad, porque que desde que me comenzó hablar más frecuente ella se enfermo, llego un momento en que me aburrí, así que pensaba en divulgar tal cosa no porque no me gustara que se comentara que ella era mi pareja sino porque ya hasta mi jefa comenzó a mostrarse un tanto hostil, de modo que creo que ya saben para donde se dirige el asunto verdad, efectivamente, Guatemala fue al mundial, PERDON, prosigamos en mi anécdota, al final de eso me despidieron y resulto que era una forma de recortar personal dentro de la empresa para que los empleados no se fueran odiando a la misma sino cabizbajos por la situación, y si funciona, ahora se preguntaran como es que supe esto, es porque ahora ese es mi trabajo y lo denomine proyecto dimes y diretes jajajajaja.