Francisco Gabriel Juárez
Marzo 2012:
Te escribo con los ojos cerrados,
con mi cabeza hacia mi ventana, desde la cual sopla un viento leve, tan sutil
que solo el movimiento de la cortina lo delata. Las estrellas no se han hecho
presentes esta noche, un cielo oscuro y gris nos invade, a lo lejos los arboles
dibujan siluetas que rompen el cielo, lo desgarran. Para pensar en ti debo ver
al cielo, no hay otro modo de que te hagas presente, para acercarme a ti debo
recordar solamente, debo retroceder un par de años. Para platicar contigo debo
simular que soy más joven. Siempre seré joven para ti, y tú para mí. Este yo
que hoy te escribe nunca lo conocerás, para ti soy irreal, imposible.
¿Tu voz?, claro que la recuerdo,
¿tu rostro?, sigue siendo el mismo.
¿Por qué no has vuelto a
visitarnos?, hace mucho que te fuiste. Te extrañamos mucho.
¿Tus hijos?, están todos bien, casualmente
los veo pasar por el callejón y nos saludamos fríamente. Que se le va a hacer,
la vida continúa y la distancia se hace más grande. Sin embargo contigo es
distinto, solo debo cerrar mis ojos, ver hacia mi ventana y ser un poco más
joven. Cuéntame, ¿Cómo has estado?
¡Un fuerte abrazo!
Francisco.
P.D.
Brilla un poco más fuerte, las
nubes grises no me dejan verte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario