Por: Carmen Ovalle
Estando
un día Esteban filosofando acerca de los problemas que día con día afectan a la
sociedad se quedó dormido y entró en un profundo sueño. Soñó que caía por una
escalera, grada por grada sin poder detenerse y al ver alrededor se sentía en
una nube tensa con demasiada energía.
Al llegar al fondo de lo que veía como un gran vacío
se detenía. Al despertar llegó a la conclusión que todo sería genial si la vida
de hombres y mujeres fuera como un átomo, con un núcleo alrededor del cual
girara todos sus intereses que les dieran energía y a partir de los cuales se
comunicaran con sus vecinos.
1 comentario:
Yo creo que la vida de los hombres y mujeres ya es así. A nuestro alrededor sólo giran nuestros intereses y lo(s) demás ni nos importa(n).
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