Por Laura Rivas
No correspondía
La felicidad del
viento, perseguía la emoción de mi corazón
Cada vez que lo observaba las piernas me
temblaban,
mi corazón se
aceleraba y me hacía irme de este planeta
Lástima que me
regresaba al pensar que su corazón ya tenía dueña.
Incertidumbre
De tantas mentiras que
decís, siento que ya son verdad
De tan hipócrita que
sos, siento que ya sos sincero
De tanto que te odio,
siento que tanto te amo.
Y tanta es mi
costumbre de ti, que siempre te creo el “ahora sí…”
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