Por Julio Urízar
Debajo de la
alfombra
Pórtico velado,
que llave no ha besado,
su cerradura.
***
Jardín secreto
Olvidada falleba,
Invisible en la hiedra
al cerrajero.
***
Casa Vacía
Aldaba de piedra,
Todos la tocan
Y nadie entra.
***
Atrancada
Bostezo imposible,
Rechino inmóvil
La puerta.
3 comentarios:
el Haiku siempre ha sido un objeto valioso, como una perla, a la que hay que examinar minuciosamente para comprender su inmenso valor. Me pregunto, ¿cómo concebiste la relación entre el no enamoramiento y la estructura de una casa?... más bien de una puerta... el amor muchas veces es así, una puerta que nos lleva a otro lugar... en "Jardín secreto" creo adivinar que el cerrajero es el autor
Puede que sea eso, pero precisamente, anque nadie me crea, para mi esa puerta no se ha abierto. Desde allí empecé a relacionar el no-amor con una puerta cerrada, porque en verdad me gustaría saber qué hay del otro lado, qué se siente. Y me puse a pensar cómo expresar eso y como un destello se me ocurrió el haiku, porque la verdad, no tenía mucho que decir y descubrí que con el haiku uno puede decir lo escencial, para tratar de ser breve sin decir poco. Me gustó la experiencia, es un género que quiero seguir practicando. Los invito a que lo intenten. Gracias por tu comentario, Francisco
Jajaja, me encantan tus poemas, con tan breves pero dan un mensaje exacto y concreto que me deja pensativa. Buenísimo.
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