Antidiario

Por Gabriela Sosa

 

Viernes 13 de nov. 2009,

Siempre me he burlado de los supersticiosos, esos que leen horóscopos o se asustan al ver un gato negro; pareciera increíble que aun hoy en día, haya gente que se crea esas cosas. Sin embargo, no pude evitar una sonrisa al escribir la fecha de arriba; parecía una cruel broma al destino, o un reto tal vez, empezar este diario en una fecha tan comúnmente temida. El vienes 13 es la única superstición de la que me fío, mas, como todo en mi vida, lo hago al revés: no le veo lo aterrador. Para mí es una fecha especial, ya sea buena o mala, y por eso este día elijo para empezarte.

Sábado 14 de nov. 2009,

La gente siempre dice “escribe sobre lo que sabes” ¿pero y si no sé nada? Pues entonces a inventárselo, ¿no? ¿No es así como nacen las mejores historias?

Domingo 15 de nov. 2009,

Un diario parece algo que haría una niña de trece años con demasiado tiempo en sus manos o algo que escribiría un viejo autor en prisión, mientras contempla los días pasar por un pequeño resquicio en la pared al cual sus carceleros osan llamar ventanas para no perder la sanidad; denota algo tan narcisista el documentar cada día, como si lo que hiciéramos fuera tan importante que merece ser contado.

Miércoles 18 de nov. 2009,

¿Qué se escribe en un diario? ¿Hay una forma correcta de llevar un diario? Tal vez debería escribir sobre la enfermedad de mi madre, las goteras en la cocina, el carro que se para sin razón aparente una vez a la semana, mi hermanito que corre por toda la casa botando todo, mi hermana que nunca suelta el teléfono, está cada vez más flaca y pasa cada vez menos tiempo casa; o tal vez sobre mi padre que vive en la oficina y aun así los bancos llaman cada mes.

Tal vez, tal vez debería escribir sobre los amigos que no aparecen desde la hospitalización de mi madre o tal vez debería escribir sobre aquella que no contesta mis mensajes y va del brazo de alguien más por el pasillo, o de la carta de aceptación pero pidiendo fortunas tirada bajo mi cama; tal vez hasta debería escribir sobre el perro, cuya vida social es más amena hoy en día, es el único que sale todos los días.

Viernes 20

Hoy estaba dispuesto a tirarte a la basura, mi tarea final de Literatura no parece tan importante cuando incluye escribir todos los días sobre sentimientos y cosas que siempre evito. “¡qué fácil!” dicen todos en clase, no hay mejor manera de ganar quinto curso, ay, sí, qué fácil, escribir un montón de tonterías para evitar que la profesora en realidad deba corregir algo y se ahorre el trabajo final de sus molestos estudiantes de quinto.

Dicen que lo más fácil es escribir sobre uno mismo, no es cierto, es lo más difícil; pues nadie quiere ser honesto, pero tampoco quieren mentir por si los descubren. Vuelve a la idea narcisista de creer que somos tan importantes y especiales que a alguien le importará si es cierto o no.

Por eso esto no es un diario, no, me niego, me rehúso; rechazo completamente que me guste escribir un diario. Te acepto como antidiario, al menos suena un poco al revés de los demás; ese viejo hábito mío de ir contra la corriente…o al menos intentarlo.