Junto mis manos
Entrelazo mis dedos
Recuerdo aquel día
Me somete la noche fría
Tu ausencia prevalece
Algarabía a la vecindad
Mientras que en unos desaparece
Yo me abrazo a la soledad
Acordes hacen resonancia
La música dice estar presente
Trato de evocar mi infancia
Cuando tus besos no me volvían demente
¿Dónde estás?
Dolió saber que te vas
Tú vives en mis acciones
Abuela, saludos donde estás…
1 comentario:
Cada verso debe expresar, aún en pocos palabras, mucho y en los tuyos eso no sucede. Como que no se expanden. Como que estuvieran amordazados. Y como conjunto, no se unifican muy bien (sé que es algo complicado, a mí me pasa igual, esto me cuesta mucho). No obstante, resalto el hecho de que por fin alguien salga del amor de pareja (como si San Valentín fuera sólo eso) para hablar de otro amor especial y único: el de una abuela. A pesar de todo, tus versos transmiten amor, no muy bien pero lo hacen, hasta el final. Es más, de todos los poemas que se han publicado, (o de los que me he leído) me atrevo a decir que este es el único que habla de una amor auténtico, no soy quién para juzgar los sentimientos de los demás pero en muchos de ellos no me llevo esta impresión. Aquí hay amor de verdad.
Buen intento.
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