Recuerdo que la primera historia completa que leí fue "Fray Perico" de Juan Muñoz Martín, una colección de 6 libros de la editorial Barco de Vapor.
Les dejo el listado de los frailes del convento, que aunque de literatura infantil es un gran ejemplo de como la lectura puede con sus juegos de palabras atrapar la atención del lector
Fray Nicanor "el superior"
Fray Olegario "el bibliotecario"
Fray Pirulero "el Cocinero"
Fray Mamerto "el del huerto"
Fray Procopio "el del Telescopio"
Fray Silvino "el del vino"
Fray Rebollo "el de los bollos"
En fin....
Luego me incliné hacia la literatura nacional, específicamente con Virgilio Rodriguez Macal, algunos de sus libros fueron lecturas del colegio sin embargo otras fueron lecturas a iniciativa propia. Títulos como "Sangre y Clorofila", "La mansión del pájaro serpiente" y "El mundo del misterio verde" me hicieron viajar a esa Guatemala salvaje y hermosa que los capitalinos a penas conocemos.
"Cientos y cientos de leguas de selvas sin nombre, donde el hombre tampoco tenía nombre ni importaba que lo tuviese..." El mundo del Misterio Verde
Libros que recuerdo con mucho cariño y aunque ya estaban un poco en el olvido sin lugar a duda creo que en estas próximas vacaciones les haré espacio!!!
2 comentarios:
Ala! yo adoraba los libros de Fray Perico. Y su borrico. En la guerra. Etc. Y las rimas que el autor formaba con los nombres. No me acuerdo mucho, pero siempre se me quedó el de Fray Cucufate y su chocolate, quien era algo así como el pastelero de la congregación. Esos libros del Barco de Vapor creo que nos han acompañado a todos. A mi me gustaban también los de un autor llamado William Camus (no, no el Camus francés) tenía libros como "El fabricante del lluvia" "Utitanka (no recuerdo si se escribe así) pequeño bisonte" "Azules contra grises" libros sobre las culturas nativas de los Estados Unidos. Me encantaban. De mis primeras lecturas. Ah, recuerdos...
Si la verdad es que esa editorial con su forma de plasmar las historias de una forma que atraiga a la mente de los niños y adolescentes ha sembrado en muchos de nosotros, talvez en todos, el amor por la lectura
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