30 octubre 2011

Otra puesta del sol

Por Julio Urízar

Tengo una impronta de pájaro dentro
retorciéndose en aspavientos que gritan nostalgia,
susurra que estoy solo
que no tengo alas
y que el viento seguirá soplando sin mí.

Acaso no sea esta mi piel.
Acaso la he dejado tirada al arrastrarme entre la roza
donde las hormigas limpian el mundo
y los que han sido como yo,
hombresespanto,
buscan sus huesos después de haberse ultimado
el oído
          la voz
                   el dolor
deseando ser el divino
de palabras hieródulas
que vomiten luz
mientras uno juega con el misterio.

Acaso no sea esta mi piel.
Acaso no pueda cual celeste
erigir un inmortal.

El camino me tropieza,
escombra lo caído
y aun así no me encuentra.

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