Por Susy Flores
-¡Ay
Lucy! No sé cómo le vamos a hacer para regresar, pero algo se me ocurrirá-
decía Chepe mientras se lavaba las manos en el río de los Muertos. Llevaban
horas caminando y todavía no sabían dónde se encontraban. Lo único que había para
comer eran unas cuantas frutitas que se habían encontrado por ahí, estaban
cansados y pronto el hambre atacaría de nuevo. Pensaban qué era lo mejor, si
seguir caminando o esperar a que alguien llegara por ellos. El aire comenzó a soplar fuerte y escucharon
una voz detrás de ellos que los llamaba en una especie de susurro, ambos se
miraron fijamente y voltearon a ver buscando un alguien, pero lo que los llamaba no era un alguien
sino un algo. Un robusto árbol movió sus ramas y empezó a decir sus nombres,
ellos caminaron hacia el árbol esperanzados, hasta se podría decir que sus
rostros se iluminaron al escuchar sus nombres. –Escúchenme muy bien, a lo largo
de ese camino se toparan con unos amigos míos, ellos les enseñaran el camino a
casa, pero a cambio deben de hacerles unos cuantos favores. Primero pasen con
mi gran amigo el señor Piedra Blanca, él los mandara con cara Pálida, la cerca,
por último el naranjal les dará las últimas instrucciones y podrán llegar a
casa- Lucy y Chepe se abrazaron, no podían
creer la suerte que tenían, ¡Por fin podrán regresar a casa! Le dieron las
gracias al robusto árbol y se alejaron de aquel lugar.
1 comentario:
Es un cuento para niños. Me gusta, en lo personal, leer cuentos así, aunque veo que no lo terminaste, la dejaste a medias. Ya me imagino cuando Lucy y Chepe llegen con el naranjal y de pronto encuentren que un leñador se lo tronó y oh, hado funesto, ya no podrán regresar a casa. Todo es muy bonito pero al niño interior que llevamos adentro le gusta que pasen cosas trágicas, si no, qué chiste tiene leer cuentos por muy felices que sean sus finales. Escribir para niños no es más fácil que otras escrituras, así que si esa fue tu intención, te quedó muy bien, aunque falte desarrollarlo. No me parece realismo mágico, es más fantasía, cuento de hadas.
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