01 abril 2012

Antigua Soledad


Por Francisco Juárez

Nací hace tanto tiempo, sintiendo al viento las caricias de mi madre. Comencé a dar mis pasos entre un mundo que apenas conocía, la mano de mi padre, los juegos con mi hermano, mí tímida voz y la eternidad aún estrenándose. Tuve un nombre y una familia, mi destino parecía indicar que yo debía existir para que miles más lo hicieran, sin embargo me llegó la muerte muy temprano, conocí el dolor en tan poco tiempo, y hoy que veo el rostro de mi alma impregnada entre mis restos, imploro clamando desde la tierra un abrazo tuyo hermano, pues aún escucho tu voz tan solitaria, aún te recuerdo y me recuerdas pues la muerte se vistió de distancia, Caín.  

2 comentarios:

JuLio Urízar dijo...

Aunque sea un texto un tanto obscuro para mí, en pocas líneas narraste toda una vida y creo que eso es impresionante. Me da resonancias bíblicas pero como no sé mucho del tema no puedo precisarlas, además manejás frases que me turban como "la eternidad aún estrenándose"o " el rostro de mi alma impregnada entre mis restos". Es como el lamento de alguien que sufre una traición o un agravio, alguien, desde luego, que ya no está vivo o que se siente muerto entre los vivos, un hombre herido por su propio hermano, Caín y Abel. Sea como sea, porque aún estoy masticándolo, es un texto que a primera impresión me parece muy intelectual. No es del todo un cuento, a mi juicio, pero en esta pequeña prosa "indefinible" sin duda hay destellos de poesía.

Carmen Ovalle dijo...

Me gustó lo que escribiste, en tan pocas líneas plasmaste el proceso de vida que todos llevamos desde nuestro nacimiento y hasta la muerte después de la cual, tal como tu personaje esperamos vida hacia donde vayamos.