Por Evelyn Revolorio
3r. Descenso: La sinestesia.
Desilusiones y esperanzas.
Rompe en llanto
mi pobre corazón
Perdiendo poco
a poco la razón
Al caer las
lagrimas de agrio sazón
Lo que me
provoca escuchar un danzón.
Por qué ardió
mi alma en un instante
Con un brillo intenso
de roca brillante
Mi esperanza
esperaba constante
Que algún día
tú me esperaste.
Finalmente con
amargo sabor mi huida
Salí de tu
desalmada vida
Para encontrar a
mi querida
Quien sabia y
entendería ese día helado llegaría.
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4to. Descenso: Obra de Arte.
Elegí a Claude Monet, "A
Cliff Walk, Pourville"
El verano:
Todos los días de los tres meses que dura el verano, Coco
salía al campo, con su mejor vestido y un peinado con una sola peineta,
recorriendo cada rincón del pastizal, recogiendo las flores más hermosas para
añadirlas a su cabello, siendo este como un jardín con muy buen aroma. Agarraba
su sombrilla rosa, salía de la puerta con la ayuda de su mayordomo y metro a
metro en el camino que llegaba hasta la entrada de la granja, recorría
suspirando. Tomaba un pequeño desvío, llegaba a un pequeño encaminamiento de
tierra que llegaba cerca de un precipicio, con una magnifica vista al mar.
Tomaba su vestido y atravesaba un pequeño trecho lleno de pasto alto, con
flores azules y rosas, llegaba hasta la orilla y miraba al horizonte, esperando
que algún navío se acercase a la costa. Su madre, Claudet se preocupaba tanto
por ella, por qué al tratarle de despertar en las mañanas, su alcoba estaba
cerrada y ningún ruido salía de ella, así que un día en la madrugada decidió
esperar junto a la puerta para comprobar que nada raro ocurría. Tanto como
Coco, su madre esperaba el regreso de su esposo, mas no pensaba que esto
afectaría tanto en cuerpo y alma a su angustiada hija. Ese lunes, escucho a las
cuatro de la madrugada un ruido, un crujido y
una serie de pasos fuera de la casa, salió inmediatamente y vio a Coco
hacer su recorrido. Siguió sus pasos, manteniendo el más profundo de los
silencios, sujetando firmemente su sombrero para no quemar su rostro con los
primeros rayos del sol y mantener su tez tan blanca como la porcelana, que ya
poseía. Al perderla de vista por un instante no se fijo que el camino
terminaba, pero con una corazonada se percato que había un estrecho desvío y
corrió más rápido para alcanzarla. Al llegar la encontró llorando, viendo al
horizonte, se acerco a ella y pudo ver trece navíos con grandes velas blancas.
Finalmente madre e hija pudieron encontrar la paz, luego de tanta espera,
reuniéndose finalmente con tan esperado capitán.
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5ta Descenso: Flash-Back.
El tiempo:
El día de hoy, martes, pude ver como las puertas de
la iglesia se abrían de par en par, y los feligreses entraban a la fiesta del
patrón Santiago, con velas de todos colores, con incienso de todos olores. Las
mujeres del pueblo vestían grandes velos color blanco y negro, algunas, con
típicos tapados, con muchos decorados en las orillas y en el centro, cargando a
sus niños en la espalda y jalándolos para no perderlos de vista.
Cuando yo me di cuenta de lo que
me perdía le dije a Carla, -Ven, acompáñame a traer el rosario, dentro de cinco
días es día del patrón, quiero estar lista para esa celebración. Doña Tina ya
sabe qué hacer, debe preparar los retazos, el aserrín y los moldes, la alfombra
tiene que tener rosas y flores de todos los colores que tiene el adorno de la
procesión. Bien decía yo, cuando me agache a hacer la alfombra, se veía la
procesión venir cerca, cada vez más cerca y le dije a mis primos- Corran,
rápido, que ya está en camino y no hemos terminado el adorno-. Rápido como un
rayo, el día lunes había comprado Mario las rosas rojas para el adorno
principal, el cual el día martes no pudimos encontrar, lo que hubiera sido
imposible, ya que las había puesto tan escondidas en un rincón, que el viernes
la hallamos. Todo el trabajo del día no fue por gusto, ya que pudo pasar tranquilamente
en una alfombra maravillosa el Santo, que iba adornado hasta con plumas de
pavorreal. Que dicha me causo terminar mi labor aquel día.
3 comentarios:
Nota: publicación especial de Evelyn, quien no había podido participar en descensos anteriores por confusión de correo electrónico. Regularmente no se permite publicar textos de semanas anteriores.
De las publicaciones que hay me gusta mas la de El verano porque logre imaginarme toda la historia hasta llegar al la imagen del cuadro en la que están Coco y su mamá observando los navíos. Quisiera oír más de esta historia.
Un relato muy a lo guatemalteco me gusta en verdad y en muy pocas líneas nos has llevado del presente al pasado sin romper la línea o el sentido
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