09 junio 2012

Retrato de un Microeconomista de la Vieja Escuela

Por Carlos Vásquez

De alta estatura y morena piel, en su espalda se dibuja una pequeña joroba que congrega el misterio de su interesante personalidad.
Algunas canas destiñen su cabello y su ceño poco relajado revela constantemente sus añejas arrugas.
Gran carácter y determinación, clave en sus estudiadas y aprendidas lecciones dadas con palabras justas y puntuales.
Pocas veces se le ha visto reír, es de leyenda aquél que dice haberle visto una carcajada.
Sin embargo este aparente lúgubre personaje es de gran corazón, cuando alguien expresa su dudar con mucha tranquilidad resuelve el cuestionar,
pero hay de aquél que ose preguntar sobre algún tópico ya explicado, al veterano catedrático regresa el fruncido semblante.
Un Micro ecónomo chapado a la antigua, en una época más tranquila y desaselerada donde las distracciones eran pocas y la mente era más libre.
Recurre siempre a tradicionales herramientas, siempre tiza, pizarra y regla pero nunca cañonera.
Sin duda un gran personaje que por su personalidad y contrastes será difícil de olvidar
Un microeconomista de la vieja escuela

3 comentarios:

Astrid Avila dijo...

Me gusta mucho la forma en que los rasgos de la personalidad del personaje se reflejan en su aspecto físico, por ejemplo las arrugas en su frente se traduce en una personalidad seria y estricta, además el retrato permite crearnos una imagen completa del personaje en nuestra mente.

Carmen Ovalle dijo...

me hizo recordar a una gran catedrática que me dio clases hace un par de años. Logré imaginarme fácilmente al personaje que tú describes.

Carlos dijo...

Gracias Astrid y Carmen, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ;) si dan con quien es me cuentan que tan fiel es el retrato