El paso de la laguna Estigia- Patinir
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La última decisión
Mientras pasaba por la laguna Estigia, Caronte paseaba el
alma de un hombre llamado Pablo, que debía pasar al más allá, pues su tiempo
terrenal había terminado por medio de un puñal atravesado en el pecho. El alma
podía tomar dos caminos, uno difícil, cuya entrada se encontraba cuidada por un
ángel, y otro más fácil, cuya entrada estaba cuidada por un perro de tres
cabezas. El camino difícil conducía al
paraíso, del que surgía el río Leteo, el cual tenía poderes curativos, ayudaba
a olvidar el pasado y concedía la juventud eterna, y que además tenía un
paisaje lleno de árboles verdes y el ambiente era muy fresco y agradable. Por
otro lado, en el camino fácil, se encontraba el infierno, un lugar oscuro, frío
y ardiente al mismo tiempo, en el que las almas estaban condenadas a sufrir
constantemente lo que habían hecho en el pasado.
Pablo, después de meditar en las aguas de la laguna Estigia,
llegó a la conclusión que el paraíso era demasiado para él, y que no tendría lo
necesario para poder pasar los obstáculos de la entrada. En cambio la entrada al infierno que ya tenía
un camino señalado y sin ningún tropiezo, iba a ser mucho más fácil de entrar,
aunque el atractivo no fuera para nada el mismo.
Una vez tomada la decisión, ya no había vuelta atrás, así
que Pablo dijo su decisión a Caronte, y este quedó extrañado, pues había
decidido ir a las puertas de Hades, el señor del inframundo, y desde que iba
acercándose al camino, al alma le iba invadiendo un sentimiento de agobio,
tristeza, soledad y desesperación.
1 comentario:
Astrid! te quedaste corta! me cortas el cuento justo antes de empezar. Lograste una buena narración que describe el cuadro pero de repente chaz! se corta la cinta.
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