19 junio 2012

La última decisión

Por Astrid Ávila



El paso de la laguna Estigia- Patinir

La última decisión
Mientras pasaba por la laguna Estigia, Caronte paseaba el alma de un hombre llamado Pablo, que debía pasar al más allá, pues su tiempo terrenal había terminado por medio de un puñal atravesado en el pecho. El alma podía tomar dos caminos, uno difícil, cuya entrada se encontraba cuidada por un ángel, y otro más fácil, cuya entrada estaba cuidada por un perro de tres cabezas.  El camino difícil conducía al paraíso, del que surgía el río Leteo, el cual tenía poderes curativos, ayudaba a olvidar el pasado y concedía la juventud eterna, y que además tenía un paisaje lleno de árboles verdes y el ambiente era muy fresco y agradable. Por otro lado, en el camino fácil, se encontraba el infierno, un lugar oscuro, frío y ardiente al mismo tiempo, en el que las almas estaban condenadas a sufrir constantemente lo que habían hecho en el pasado.
Pablo, después de meditar en las aguas de la laguna Estigia, llegó a la conclusión que el paraíso era demasiado para él, y que no tendría lo necesario para poder pasar los obstáculos de la entrada.  En cambio la entrada al infierno que ya tenía un camino señalado y sin ningún tropiezo, iba a ser mucho más fácil de entrar, aunque el atractivo no fuera para nada el mismo.
Una vez tomada la decisión, ya no había vuelta atrás, así que Pablo dijo su decisión a Caronte, y este quedó extrañado, pues había decidido ir a las puertas de Hades, el señor del inframundo, y desde que iba acercándose al camino, al alma le iba invadiendo un sentimiento de agobio, tristeza, soledad y desesperación.

1 comentario:

JuLio Urízar dijo...

Astrid! te quedaste corta! me cortas el cuento justo antes de empezar. Lograste una buena narración que describe el cuadro pero de repente chaz! se corta la cinta.