10 junio 2012

Retrato de una niña


Por Carmen Ovalle

Pequeña e inocente. Su piel es blanca como su alma.
De cabellos rizados y largos, del color del sol. Sus ojos negros y redondos.
Su nariz es chata, sus mejías rosadas igual que sus labios. Le gusta gritar y reír.
Sueña que es una mariposa que vuela entre las flores, como las que pinta con sus crayones.
Con sólo un metro de altura despierta ternura en cualquiera que la ve.
Todos la llaman Mimi.

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