Se decía que de todas las señoras, ella era la mas hermosa. Su cabello, tan largo y negro como la noche, llegaba hasta sus pies y al caminar brillaban algunos cabellos como plata fina. Su tez era color canela o de un tono café con leche, parecía ser terciopelo. Su nariz era chata, con una gracia sin igual, que combinaba con sus labios rosas, en los que se lograba definir como un marco sus perfectos dientes de hermosa blancura. Cada vez que sonreía era como oír una melodía, al compás de los trinos de las aves. Cada vez que se le veía, sus ojos resaltaban tan bella mujer, ya que combinaban diversos tonos de verde, que como luces saltaban de su cara iluminando su andar. Era bella y con un carácter dulce como la miel.
Así era mi abuela.
3 comentarios:
Defines de una manera muy especial a un ser igualmente especial. Suena a una mujer hermosa.
Describes a la abuelita dulce y linda de las películas hecha realidad. Me gustó tu retrato.
Hiciste que se leyera como una gran mujer (aunque no dudo que lo fuera); creo que en pocas líneas lograste darnos una buena idea de quién era.
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