13 noviembre 2011

Como me hizo esperar

Por Evelyn Revolorio



Los días que espero en la universidad para poder regresar a mi casa son día muy interesantes, los cuales no se sabe lo que va a poder pasar.  luego de haber corrido por todos lados, desde el L hasta el J a fotocopiar unos documentos, de una clase a otra, tratando de que todo salga bien y no olvidar nada para el siguiente día.

 Cada día, entre doce y una, se mira un movimiento increíble de estudiantes, que vienen y van, de las clases a diferentes parqueos, tratando de salir, haciendo cola y esperando que pase todo ese tráfico. Algunos se quedan comiendo en los diferentes restaurantes, haciendo trabajos en grupo, platicando en la cafetería, jugando pin pon y otro como yo, esperando.
Una vez, que yo tenía que hacer un trabajo en grupo con mis compañeros fuimos a investigar un tema, sin más que la información que nos habían dado para poderlo hacer. Entramos, vimos cuales libros teníamos que tener para realizar la investigación en las computadoras, pedimos un cubículo y empezamos a trabajar, con caras largas, nivel bajo de animo, pero con el deseo que se terminara de una vez el trabajo para no  acumular nada de ello. Saque mis cuadernos, la compu, y todo vieron los libros, páginas de Internet para  completar la información. Después de varias horas de trabajo y cansados de ver tantas letras, necesitábamos descansar un poco. Salimos de la biblioteca y nos dirigimos a comer. Al terminar fuimos a una clase a terminar
Sin darme cuenta de la hora vi que quien me iría a dejar a mi casa hace media hora me dijo que se iría, por que muchas veces me tardo un poco para poderlo buscar. Lo empece a llamar, corrí a buscarlo y nada. Preocupada, cansada y buscándolo como toda una loca, sin que me contestara. Pensaba que se había enojado, que me había dejado y que como podría yo regresar, si mi casa esta a una hora de la universidad. 
En mis apuros fui a buscarlo a la cafetería, que era el único lugar que no habia revisado muy bien y cuando lo vi esta feliz mente sentado comiendo una hamburguesa, lo vi y mi felicidad era pura, y llegue a decirle lo feliz que me sentía de verlo y el alivio que me causo. Él me vio con una cara de extrañado y me pregunto porqué. Al yo explicarle su cara de incógnita aumentaba y finalmente me dijo: "Pero como que ya me había ido, si mira la hora que es, falta media hora para que sean las seis". Se me descompuso la cara y sintiendo me mal vi que tenía una hora adelantada en mi reloj. 
Siempre me pregunto que pasara al día siguiente, un día tan diferente de otro, mientras espero que  terminar el semestre. 

No hay comentarios: