20 septiembre 2011

El reflejo de la pasión

Por Claudia Solares

Se miraba en el espejo, los nervios la invadían, pero al mismo tiempo la motivaban. Era el mismo rostro que había visto por muchos años, pero algo había cambiado en su mirada. Una nueva determinación salía de sus ojos. Y es que después de tanto esfuerzo y dedicación, finalmente había encontrado la pasión que buscaba; una que no dependía de la cantidad de prácticas, sino del corazón.

Volteó a ver sus viejos zapatos de baile, sabiendo que era el inicio de una nueva etapa en su vida. Dio un último vistazo a su reflejo, anhelando con toda el alma que los demás pudieran ver lo que ella ahora veía en sí misma. Suspiró profundamente, se sonrió como nunca lo había echo…y después de unos segundos, salió a escena.

3 comentarios:

Astrid Avila dijo...

Me gusta mucho tu cuento breve pues me identifico con él, llevo 16 años de mi vida bailando y el cuento refleja como la preparación constante perfecciona cada vez más el baile y cómo crece la pasión al hacer lo que nos gusta.

Carmen Ovalle dijo...

Me gusta tu cuento, porque el reflejo de la pasión la mostramos con una sonrisa en el rostro al hacer aquello que nos llena de satisfacción.

Claudia Solares dijo...

Astrid: yo tambien llevo bailando por mas de diez años, me alegra mucho que te hayas sentido identificada con el! Gracias por tu comnetario.

Carmen: eso es una de las cosas que buscaba transmitir, porque es una manera de demostrar que disfrutamos hacer lo que mas amamos :) gracias por comentar!