Por Evelyn Revolorio
El Coky, mi coky.
En este día es increíble que
todo pase tan rápido. Pude ver cada parte del día, desde el bello
amanecer, hasta el atardecer en esta bella playa de arena blanca, con un
un mar más celeste que el cielo. En realidad puedo relajarme, pero creo
que no podre sacarte de mi mente. Recuerdo cada momento, cada sonrisa,
cada llanto y cada abrazo. Me encanto, todo de él, sus bellos ojos
marrones, su alegría incondicional y estar jugando constantemente cada
día. Espero que algún día me permita Dios me permita tener una mascota
así. Espero poder vivir mas tranquila ahora que lo trate de olvidar.
3 comentarios:
me identifico con lo que has escrito porque para cada uno su mascota pasa a ser indispensable y parte de la alegría de nuestro día a día.
Me encanto tu relato me hizo recordar a mi mascota Bonnie :3
Concuerdo amistades así aunque sean animales son difíciles de olvidar y el relato permite entrever la relación que tenían!
Publicar un comentario