01 julio 2012

El último "Te quiero"


Por Susy Flores

Poco a poco se fue dando cuenta de lo mucho que lo quería y de lo mucho que le iba hacer falta ahora que ya no se encontraba aquí para alegrarle el día, para hacerlo enfadar, para divertirse juntos.
Cuando regreso del colegio supo que algo andaba mal. Su madre no estaba como era de costumbre, no había comida, la casa estaba desordenada, el silencio invadía cada rincón de su hogar y Spike su cachorrito no lo salió a encontrar cuando entró por la puerta principal. Pensó que su madre salió a hacer un mandado por ahí y se había llevado a Spike con ella, pero era raro que no le avisara, que ni siquiera una pequeña nota le hubiera dejado en la mesa del comedor. Decidió hacerles un tiempo quizás solo fueron a la tienda y volverían pronto.
Miguel se baño, se puso su ropa de luto y  corrió al automóvil donde estaban sus padres esperándolo para ir al velorio. Mientras su padre conducía Miguel trato de recordar cuándo fue la última vez que lo había visto pero no lo podía recordar quizás fue esta mañana o la noche anterior, todo estaba tan confuso solo podía recordar el momento en el que estaba en la sala de su casa tratando de averiguar porque no había nadie en casa ni siquiera Spike y el teléfono sonó era su madre que le decía que todo iba a estar bien que pronto llegaría su tío a recogerlo y que no le hiciera ni una solo pregunta hasta que llegaran donde estaban todos. ¿Por qué no le pudieron decir en ese momento? el pudo haberlo soportado, hubiera sido mejor enterarse por el teléfono que ver el cuerpo y luego comprender lo que estaba sucediendo. Tocaron el timbre Miguel corrió y antes de que pudiera decir algo su tío le dijo que todo estaría bien que no preguntara nada y que lo acompañara tenía que ver algo. Se dieron prisa pues decía que no había tiempo que perder. El carro cruzó a la derecha, siete cuadras adelante giraron a la izquierda, esperaron pacientemente a que el semáforo marcara verde y su tío acelero a todo lo que podía su carro. Unos cuantos kilómetros adelante había  una gran multitud de gente, se bajaron del auto, Miguel trato de abrirse paso entre todos y cuando llego al centro de la multitud vio a sus padres derramando lágrimas como nunca lo habían hecho en la vida.
¡Miguel! Le gritaban sus padres. Miguel reacciono y se dio cuenta de que ya habían llegado a su destino, las lagrimas recorrían sus rojas mejillas y no se sentía nada bien, el no quería estar ahí pero no tenía opción. Entro al lugar y vio la caja en medio de la sala. Todos le estaban dando sus condolecías pero el realmente no les estaba poniendo atención solo estaba pensando en el momento que vio el cuerpo en la acera.
Todas las personas lo estaban viendo con cara de aflicción. Cuando se dio cuenta de que ni sus propios padres le podían decir lo que estaba ocurriendo tomo valor aparto a sus padres y vio a la persona que estaba en el suelo, miro alrededor y lo único que vio fue sangre que corría por la acera. Julio dijo: “Te quiero, no me olvides” suspiró y murió. ¡¡Nooooooooooo!! Grito Miguel la gente se acerco a consolarlo pero él se lanzo sobre Julio le dio un gran beso y dijo: “Te quiero hermano nunca te olvidaré”.

1 comentario:

Astrid Avila dijo...

Me gusta tu relato porque crea mucho misterio entre lo que ya ha pasado y lo que sucede, eso hace que el texto sea muy entretenido.