23 agosto 2011

¿Por qué bailar?

Por Claudia Solares


En nuestra vida hemos sido bendecidos con un sinfín de dones, habilidades, talentos. Pero ninguno de ellos serviría sin nuestra capacidad para movernos. Realmente nuestro cuerpo es el mejor instrumento que tenemos, sin embargo no sabemos cuidarlo, apreciarlo ni aprovecharlo. No estamos conscientes de las cosas maravillosas que podemos realizar con el. Yo por ejemplo, desde pequeña aprendí una nueva forma de expresarme: bailando. Sin importar los acontecimientos de mi día, bailar siempre me da nuevas energías, una sonrisa y la enorme satisfacción de saber que tengo el privilegio de vivir, de hacer lo que me gusta y, por supuesto, de moverme.

La mayor parte del tiempo no estamos conscientes de lo afortunados que somos de poder movernos. A veces sentimos que tenemos un día muy aburrido y poco interesante, cuando hay personas en hospitales que no pueden levantarse, otras a las que les falta alguna extremidad y desearían poder hacer lo que nosotros hacemos. Lo que realizamos en un día “aburrido” es para muchos otros su sueño. Vivimos quejándonos cuando deberíamos estar agradecidos. Y si podemos movernos, ¿por qué no lo hacemos? Especialmente en nuestro país, somos testigos de injusticias que se dan cada día en todo lugar. Abusos, discriminaciones, rechazo, pobreza…y no hacemos nada al respecto. ¿Es porque no nos damos cuenta? ¿O porque realmente no nos importa? Vemos personas pidiendo limosna en las calles; mujeres, hombres, niños, ancianos e incluso personas discapacitadas. Pero actuamos indiferente hacia ellos, incluso lo vemos como algo “normal”.

Nos sentimos muy cómodos en nuestra posición que no nos interesa actuar en beneficio de otros. Tenemos todas las herramientas a nuestra disposición para poder movernos y actuar. Así que la próxima vez que sientas que estas teniendo un día poco productivo y aburrido, cambia de actitud y MUEVETE.

2 comentarios:

JuLio Urízar dijo...

Me agrada que podás expresarte en este espacio, y sobre todo, que podás dejarnos mensajes positivos, pero, ¿por qué no transformas esto en un relato, en un poema, en una historia, en sí, en literatura? Crea un narrador, un ambiente, personajes, etc y lleva tus ideas al mundo literario, o exterioriza tus sentimientos y pensamientos de un modo poético y escribe en verso, como tu quieras, pero no te quedes en la nube de pensamientos, en un comentario. Esta bien, pero recuerda que tratamos de hacer literatura. !Sigue escribiendo!

JuLio Urízar dijo...

Y otra cosa:
A las palabras también les gusta danzar. Movelas, no te quedés en un discurso, trasformalas en poesía, que se pongan a bailar como tu.