31 agosto 2011

Cayeron tomates del cielo

Por Haroldo Valdizón


Los tomates cayeron del cielo, o a menos eso creí. Cuando sentado en una banqueta, uno cayó cerca de mí. Lo recogí para dárselo al que hace poco tiempo era su dueño pero cuando la vi supe que todo era un sueño. No pretendo ser un exagerado y salirme de la realidad pero créanme cuando les digo que como su sonrisa no hay nada igual. Nerviosa por creer que había hecho el ridículo mientras que yo trataba de agradecer a los cielos lo ocurrido. “Creo que esto te pertenece”, expreso el sarcasmo dentro de mi, mientras que ella aun roja dijo: “Que pena que me hayas observado”. No entendí lo que pasaba pero de mi boca salían las palabras perfectas las que ella creía que eran verdad, las que uno dice sin saber lo que esta diciendo pero sabemos que a las mujeres les gusta. Dentro de mí despertó el poeta inspirado en su belleza. Sabía, por experiencia del pasado, que los piropos ya no eran utilizados, pero algo dentro de mi tenía ganas de expresar su belleza, como si fuera un ciego y tuviera ganas de describir el color rojo. Pero igual que el ciego no encontraba palabras para describirla. Entre un intento desesperado, pensé en decirle que tenía la sonrisa más hermosa, que ella tubo que haber sido la Mona lisa y no la que ahora nos presentan, pero en cambio dije: “Tienes una sonrisa única”. Y su risa quebró el silencio, acompañado de una necesidad de ir a dejar los
tomates que apenas sobrevivieron al atentado que provoca perder el equilibrio. Pero antes de decir adiós menciono las palabras más lindas que alguien le puede decir a otra persona que apenas conoce, “Ojala te vuelva a ver”. En ese momento comprendí que a veces uno no sabe como será un día, si bueno o malo. Estamos predestinados a sucesos que ni nosotros conocemos. Y me recordé del sueño de ayer donde teniendo en sueños a un pez en el agua era feliz, el pez era ella que me había hecho feliz por hoy y mañana encontrare a mi nuevo pez que igual me hará feliz.

4 comentarios:

Dome dijo...

Me gusta mucho tu creatividad para juntar las frases debidas, lo que se convirtió en una historia bastante romántica, las últimas líneas me parecieron un poco confusas, sin embargo está bien pensado. Sigue así.

Claudia Solares dijo...

Jarold me gusta mucho lo que escribiste :) puedo sentir como si estuviera presente en ese momento. Me pregunto si lo escribiste inspirado en alguien en especial?

Haroldo Valdizon dijo...

Claudia: puez no fue inspirado en alguien en especial pero si puedo decir que fue un suceso que me ocurrio cuando era pequeño.

Dome: gracias por tus palabras y dejame decir que lo ultimo ni yo lo entiendo pero como tenia que agregar lo del pez al final si lo miras muy bien hay algo escondido ahi.

JuLio Urízar dijo...

Poner que los tomates caidos, producto de un accidente, fue como si hubiesen venido del cielo por ser potenciadores para un enamoramiento me parece muy original.
Aunque bien, la historia no lo sea. Es una estampa como de ensueño, de amor a primera vista. La hemos visto o escuchado en todos lados, en comedias románticas, en spiderman, en caricaturas: dos ojos que se encuentran porque el chavo choca con la chava y sus papeles se caen al suelo y por ayudar a recogerlos se ven y con esa mirada se quedán enamorados por el resto de sus vidas. ¡Es un lugar de lo más común!
Veo algunas faltas de ortografía, tildes que faltan. Pero en sí, es muy simpático tu texto. ¿Qué pasaría si en lugar de usar adjetivos como linda, bella, hermosa mostraras por qué es linda, bella, hermosa? Vicente Huidobro, poeta chileno, decía: no canteís a la rosa, hacedla florecer. Hay algunsa frases interesantes como la del ciego, seguí escribiendo.