11 febrero 2011

Un Amanecer Distinto

Por Virginia González*


Cuando estás en la ciudad caminando por las calles o simplemente viendo a tu alrededor, muchas veces te olvidas que hay más cosas de los que tus ojos pueden ver.
Inmerso en todas las cosas que tienes que hacer, inmerso en pensamientos, deberes y obligaciones muchas veces nos olvidamos simplemente de VIVIR un poco.
Cuántas veces has pensado en lo privilegiado que eres por poder dormir en una cama, lo privilegiado de poder comer cuando tienes hambre, lo privilegiado de tener un sueter cuando tienes frío lo privilegiado de simplemente tener un hogar y tener tanto para agradecer, privilegiado de simplemente poder vivir.
Un día yo desperté de ese sueño y emprendí un largo viaje creyendo que "ayudaría a otros" tomé mis maletas y partí con un grupo de empedernidos soñadores que querían simplemente
cambiar todo lo que no les parecía de este mundo, y así me uní a un sueño que creía cumpliría para otros y regresaría satisfecha de lo que había logrado. Jamás imaginé que lo que lograría sería VIVIR UN POCO.
Desperté ese día, camino al lugar de salida dudé si debía o no emprender algo que yo creía era una lucha sin fin.
Jamás olvidaré como descubrí que esa lucha sin fin, para muchos era una oportunidad de vivir.
Y tome mis maletas ese día, emprendí camino a lo que era un viaje que yo creía era con retorno a una realidad, sin embargo nunca imagine que la que regresaría no sería la misma que se fue.
Llegar a un lugar mientras se adentra la noche y el sueño se apodera de ti no te permite ver las bellezas que te rodean.
La siguiente mañana abrí mis ojos y descubrí el mejor amanecer que pude haber presenciado, algo inigualable algo súbito y solemne, pero que sorpresa descubrir que muy lejano a los edificios y calles había algo que la naturaleza había formado. Las calles de ahi eran verdes, los edificios montañas, los carros caballos y los caminos pequeños senderos.
En el amanecer se respiraba un ambiente a cambio, se sentía un calor penetrante y un espíritu esperanzador.
Y pensar que caminás en la ciudad viendo miles de personas día a día, totalmente ajena a la vida de esas otras personas pero en este lugar majestuoso realmente caminas, no miras observas a las personas que te rodean  y sientes ese ambiente cálido, prestas especial atención a como cada persona que te ve te saluda con gusto en su mirada, como cada camino que tomas te lleva a algún lugar distinto, pero a la vez al mismo fin: crecer.
Era un amanecer distinto porque salí de mi misma para entrar a lo que creía era un universo paralelo, era un amanecer distinto porque algo en mí ya no era igual, era un amanecer distinto porque descubrí que el que más necesita es el que más puede dar, un amanecer distinto en el que un corazón egoísta pasó a ser un corazón lleno de amor.
Jamás entendí la frase "ama a tu prójimo aunque no lo conozcas" hasta ver en las miradas de esos ángeles ese agradecimiento y amor fraternal hacia alguien que no conocían: YO.
Salí un día armada de maletas creyendo con mucha esperanza cambiaría la vida de alguien más, pero oh sorpresa descubrí un amanecer distinto, saliendo de la ciudad y visitando a quienes nadie visita que los que más necesitan son los que más dan, porque dan a manos llenas, dan de lo que no tienen y dan sin esperar a cambio, Dan lo mejor de ellos a ese prójimo
que desconocen.
Para mí un amanecer distinto es amanecer de nuevo en tu corazón, es descubrir que hay algo más afuera de ti que puede hacerte crecer, es no solo un paisaje sino un cambio de corazón y de vida. Un amanecer distinto a salir de mi misma para darme a otros.

* Desde las profundidades de nuestra Caverna surgen preguntas trascendentales como: ¿Qué es la vida? Virginia González, desde la Facultad de Ingeniería, nueva aventurera en esta cueva nos da una visión simbólica de lo que para ella es la vida.

2 comentarios:

JuLio Urízar dijo...

Es algo común que sucede en la ciudad o en cualquier lugar donde todo es demasiado rápido. Se olvidan cosas importantes, y el extremo más peligroso es que uno se olvida de sí mismo, eso conlleva a que pases por alto otras vidas, ya sean las que tienes a la par o de otras pesonas que no viven del mismo modo que tú. Cuando sales de esa burbuja no sólo descubres cosas nuevas afuera, descubres cosas nuevas en tí mismo que no sabías que tenías. Sólo a partir de entonces estás listo para poder compartirlas.
Una pregunta: ¿que será este texto? ¿será un cuento? me parece que no. Allí de seguro hay un cuento, pero por el momento no me parece que lo sea. Qué tal empezar por estas líneas: "Desperté ese día, camino al lugar de salida, dudé si debía o no emprender algo que yo creía era una lucha sin fin... etc, etc" Eso ya es atrayente. Asegúrate de conformar una estructura, darle un nudo y un final, hacer, en definitiva, un cuento, si esa era tu intención.
Puedes decir todo lo que dijiste en forma de literatura, te invito a hacerlo.

Pablo dijo...

Veo que todos vienen muy existencialistas hoy en día, jeje! Me ha gustado tu reflexión, ahora te pregunto: Para tí, hay siempre un amanecer?, o bien, sólo amanece una vez? o, tal vez, nuestra vida es toma esa alborada que dura tanto como nuestra efímera vida?