30 octubre 2011

“Cuando una persona no sabe hacia donde va, cualquier camino es el correcto”

Por Carmen Ovalle

Hace algunos siglos vivió un niño llamado Beb, quien era un príncipe que vivía en un inmenso castillo. Su padre era un rey autoritario, que le gustaba que la gente hiciera su voluntad y lo alabara como a un dios.

Beb, era igual a su madre. Bueno, sincero, amoroso y fiel. Muchas veces se sentía presionado por su padre pues sería algún día el heredero de la corona y el rey deseaba que fuera igual a él. Pero Beb tenía otros ideales, metas en su vida distintas a tomar un reinado y someter al pueblo como su padre.

Pasaron los años y llegó el día en que su padre le entregaría el reinado, pero él debió en ese instante tomar una gran decisión: Reinar o convertirse en el médico que toda la vida quiso ser. Estaba confundido pues si no reinaba traicionaría a toda su familia, pero si lo hacía viviría infeliz por el resto de sus días. Beb tenía metas por las cuales deseaba luchar, y la decisión tan grande que debía tomar repercutiría para toda su vida.

Una noche salió al jardín del castillo y miró al cielo pensativo en su decisión. Miró las estrellas y esperaba que alguna de ellas le dijera cuál era la decisión correcta. Necesitaba sabiduría para discernir qué era lo correcto, para transformar sus deseos en acciones lo más pronto. Pero, ¿Cómo podía alcanzar esa sabiduría?

Observando el cielo recordó que cuando era pequeño su madre le dijo que la sabiduría no la obtendría de los conocimientos plasmados en los libros sino que debía confiar y creer en Dios. Corrió dentro del castillo y comenzó a llamar a su madre y cuando la encontró al fin le preguntó qué debía hacer para creer. Su madre le dijo que tocara su pecho y sintiera los latidos de su corazón y le dijo que ahí estaba Dios quien tenía un gran amor.

Pobre Beb, lejos de quedar resuelta su duda se encontró con otra más grande - ¿Y qué es el amor?-se preguntó. Su madre le dijo que era algo grande que lo haría actuar en bien de los demás. Aún más confundido regresó al jardín y pensó en aquellas cosas que eran buenas para los demás. Al ver las estrellas brillar pensó que si era tolerante, solidario, honesto y justo podría brillar como esas estrellas e iluminar la vida de las personas. Lo cual sería bueno para ellos.

Y pensó que eso lo lograría siendo un gran médico, ¿pero sería feliz y viviría tranquilo al traicionar así a su padre? Entre tanto tormento Beb se sentó debajo de un árbol y se quedó dormido. En sus sueños lo visitó un pequeño ser que llevaba una alas enormes que brillaban y le dijo que debía ser libre, libre como él que podía vivir volando y brillar. Luego de ello el príncipe despertó y vio el sol, el día tan bello, las aves y las flores y sintió una paz enorme al haber encontrado la respuesta a su gran confusión.

Él sabía que debía luchar por su meta, el punto al cual deseaba llegar. Que era la que lo guiaba hacia qué camino seguir en su vida. Decidió ser libre e ignorar todas las críticas destructivas de su padre que lo hacían sentir inseguro para ser libre. Deseaba ser en su vida como ese ser que lo visitó en sus sueños sentir que
tenía esas alas enormes y poder volar cumpliendo con los deseos de su corazón sin olvidar el amor.

Decidió por lo tanto ser médico, enfrentar a su padre y llevar un estilo de vida donde lejos de reinar a un pueblo reinara el amor, la felicidad y enfrentar los problemas como desafíos. Al decirle a su padre la decisión que había tomado, por un momento el rey calló. Pero luego le abrazó fuertemente y le dijo que fuera feliz.
Esa acción le demostró a Beb que el amor está por encima de todo y que su padre lo amaba tanto que lo dejaba ser libre.

Beb, con esa felicidad enorme y los valores bien cimentados que su madre le había dado fue el médico más grande y exitoso de esa época. Logró brillar como las estrellas, y tener esas grandes alas con las que voló haciendo realidad su sueño.

Fue un gran ejemplo en su sociedad pues fue consciente de su realidad tanto individual como colectiva y contó con valores sólidamente cimentados, lo cual desembocó en el éxito personal y lo hizo sentirse satisfecho de reinar no unpueblo sino su propio ser.


Comentario:
Hoy en día nuestra sociedad está enferma por la injusticia, desigualdad e indiferencia. Dicen que los jóvenes somos el futuro de nuestro país, y cada decisión que tomamos HOY son los cimientos para el MAÑANA. Por eso debemos saber cómo tomar las mejores decisiones.

Otra puesta del sol

Por Julio Urízar

Tengo una impronta de pájaro dentro
retorciéndose en aspavientos que gritan nostalgia,
susurra que estoy solo
que no tengo alas
y que el viento seguirá soplando sin mí.

Acaso no sea esta mi piel.
Acaso la he dejado tirada al arrastrarme entre la roza
donde las hormigas limpian el mundo
y los que han sido como yo,
hombresespanto,
buscan sus huesos después de haberse ultimado
el oído
          la voz
                   el dolor
deseando ser el divino
de palabras hieródulas
que vomiten luz
mientras uno juega con el misterio.

Acaso no sea esta mi piel.
Acaso no pueda cual celeste
erigir un inmortal.

El camino me tropieza,
escombra lo caído
y aun así no me encuentra.

Creaciones del hombre, en busca de un sentido.

Por Andrea Sandoval

Buscando entre mis trabajos e investigaciones que realice en la clase de filosofía a lo largo del bachillerato, me encontré con una guía de trabajo de la modernidad y post modernidad, la cual me hizo pensar en el verdadero sentido de la vida, y en cuál es la razón por la que el hombre está en la tierra a lo que llegue a lo
siguiente:

A lo largo de toda la historia el ser humano ha intentado superarse mediante el descubrimiento e invención de diferentes artefactos, y la época en donde esto se dio en cantidades masivas es en la edad moderna y posmoderna, en la que actualmente vivimos.

Durante toda la modernidad y posmodernidad el ser humano ha sido bombardeado por los innumerables inventos y descubrimientos que a diario se dan. Esto para la economía ha sido un gran avance y una gran ayuda, ya que los países que poseen más capacidad aumentan sus ganancias debido a que ellos
son los que más producen cosas nuevas.

Para la filosofía este aspecto de innovación y descubrimiento viene a traer igual cantidad de problemas como inventos que hay. Debido a este constante progreso el humano se ha visto en un abismo de incontables preguntas, en su mayoría preguntas acerca de su propia existencia.

Desde principios de la edad moderna la razón esencial de vida que podría decirse que tenía el humano ha ido disminuyendo, es decir desde que comenzó la industrialización el ser humano ha pasado a un segundo plano ya que la máquina ha venido a ser un reemplazo muy eficiente de toda actividad humana.

Aunque el hombre no viva para trabajar, si necesita trabajar para vivir. Entonces, como encuentra el ser humano una razón para vivir sí parece no servir para nada, o no puede ser nada porque ya no es lo suficientemente útil.

Desde este momento el ser humano a tratado de descifrar cuál es su objetivo en la vida, y alrededor de esto se han dado varias teorías, algunas muy aceptadas, otras no, pero de igual manera no responden a la necesidad de saber el porqué de la existencia del hombre.

Es cierto que algunos filósofos hablan acerca de Dios, o de las cosas materiales para poder encontrar un propósito, pero en realidad ¿eso responde a lo que queremos?¿es eso lo que buscamos sin descanso? El hombre no busca un propósito para su vida, lo que busca el hombre, es simplemente una manera de explicarse por la vida transcurre de la forma que lo hace para finalmente morir.

Es interesante la forma en que vive el humano, tan diferente a la forma en que lo hace cualquier otro ser vivo, ya que para todo ser que no es el hombre la existencia parece ser algo sencillo, debido a que todos los demás seres actúan por instinto, pero el humano tiene algo que se llama razón, o ser, o ente, de cualquier forma que ha sido llamado a lo largo de la historia es algo único que el humano posee, y es esto precisamente lo que hace pensar al hombre que es superior a las demás especies, pero en sí no puede darse cuenta, que a pesar de poseer esta característica única, actuamos de igual manera que lo hace todo ser vivo, ya que al tratar de buscar respuestas acerca de nuestra existencia y el sentido de nuestra vida simplemente hacemos lo necesario para evitar morir, sólo que lo hacemos de una manera razonable a diferencia de los demás seres vivos.

Importancia de la Memoria Histórica para la Juventud en Centroamérica

Por Maria Fernanda Del Aguila

En esta ocasión les quiero contar y comentar un poco acerca de una lectura muy interesante que realicé hace algunos meses, que me pareció muy interesante, más para nosotros como juventud guatemalteca.

Como parte del curso Introducción a los Problemas de la Sociedad Guatemalteca, impartido en la Universidad Rafael Landívar, me asignaron la lectura del documento: “Importancia de la Memoria Histórica para la juventud en Centroamérica”, con el objeto de conocer y más sobre nuestra historia y entender nuestra sociedad actual.

El documento titulado “Importancia de la Memoria Histórica para la juventud en Centroamérica” es un escrito público de naturaleza política y testimonial orientado a los jóvenes, elaborado durante los años 2000 en nuestro país, Guatemala, por Eunice Tacatic, indígena Maya Kaqchikel. El cual, gracias a la tecnología y avances en la comunicación, con tan solo un clic se puede encontrar en el internet. Siendo de fácil acceso para todos. Eunice Tacatic busca hacer conciencia en los jóvenes no solo guatemaltecos sino 
también en los jóvenes Centroamericanos e incluso del mundo, sobre la realidad de nuestro país y dar una explicación de la situación actual de Guatemala. Tacatic quiere exponer desde otro punto de vista, al que comúnmente es dado a todos los guatemaltecos, como desde la colonia hemos venido arrastrando distintos problemas sociales, políticos, económicos, humanos, etc. y como estos han tenido grandes consecuencias en nuestra historia, como el Conflicto Armado. Pero la autora, especialmente, busca acabar con el silencio forzado al que muchas personas en nuestro país han sido sometidas ya sea por miedo o simplemente indiferencia. Convirtiendo este documento en un tipo de denuncia social, siendo voz de los silenciados.

Según Tacatic, actualmente, Guatemala está clasificado como un país Democrático, sin embargo, esto no es totalmente cierto pues existe una situación de extrema pobreza y exclusión que pertenecen a una herencia histórica debido a la distribución desigual de tierra y recursos, sistemas de explotación de mano de obra a ciertos sectores sociales y falta de espacios democráticos de diálogos. A mi parecer, aunque me da tristeza reconocerlo en Guatemala, no existe una democracia transparente y completa pues, sumado a lo anterior mencionado, también sufre de distintos problemas sociales, en los que mucha gente no es escuchada, existe 
una gran injusticia hacia ciertos sectores sociales así como problemas graves de corrupción, impunidad y un mal sistema de justicia. La herencia colonial ha sido latente en todas las etapas de la historia de Guatemala, esto es evidente desde el momento en el que se ve favorecido solamente cierto grupo social, la oligarquía o los grupos de poder, dando paso a la exclusión de múltiples sectores y pueblos, especialmente indígenas. Causas que a lo largo del tiempo generaron el descontento popular y los conflictos armados internos. Incluso en la actualidad lo siguen generando, aunque no se manifiestan con la magnitud de la Guerrilla y Conflicto Armado sufridos en la década de los 80. 

Según este documento, durante mucho tiempo la historia del país ha sido contada favoreciendo a ciertos grupos sociales, políticos y de poder queriendo ocultar los diversos problemas que ha afrontado y afronta Guatemala. Lamentablemente el propio Estado ha colaborado a que miles de guatemaltecos guarden silencio acerca de los verdaderos hechos ocurridos durante la historia y el conflicto armado. Ya que se sabe que han creado estrategias de terror para silenciar a las víctimas de las masacres, prohibiendo hablar de la guerra. Incluso los medios de comunicación ocultaron las masacres y colaboraron a la represión en los departamentos. Debido a esto muchos niños y jóvenes de nuestras generaciones no conocen de este tema, ya que la información ha sido oculta tanto por el Estado como por sus propias familias.

A pesar de que existen los Acuerdos de Paz, Guatemala es una sociedad que tiene una historia de violencia, primero por conflictos civiles internos y en la actualidad por maras y pandilleros, esto como consecuencias de estructuras débiles y de los sistemas de justicia contaminados a lo largo de los años que siguen favoreciendo poderes ocultos como el narcotráfico, la corrupción y son cómplices de las injusticias. En mi opinión es necesario que todos los guatemaltecos, grandes y pequeños, generaciones actuales y futuras, así como la comunidad internacional, conozcamos de forma imparcial y real todo lo que ha ocurrido a lo largo de la historia de Guatemala. Especialmente durante el conflicto armado para hacer una conciencia social verdadera para luchar y trabajar en conjunto porque esto no vuelva a ocurrir. Especialmente las nuevas generaciones, las que están por venir, y las que actualmente tenemos el futuro de Guatemala en nuestras manos, debemos estar consientes de lo que realmente paso, para trabajar y construir un mejor país, una Guatemala diferente en donde realmente se aplique la Democracia, se apliquen los derechos por igual, exista paz y todos y cada uno de nosotros habitantes vivamos una vida digna y justa.

29 octubre 2011

Sueño de una vida

Por Francisco Juárez

Sueño de una vida


“Revoloteaba alegremente; era una mariposa muy contenta de serlo. No sabía que era Chuang Tse. De repente despierta. Era Chuang Tse y se asombró de serlo. Ya no le era posible saber si era Chuang Tse que soñaba ser una mariposa, o era una mariposa que soñaba ser Chuang Tse.”

Chuang Tse.

No te puedes poner de pie, ves tu ventana, recostado en esa cama que te sujeta fuertemente, el sol entra fuertemente e ilumina la habitación, un viento cálido se hace notar trayendo aromas a fruta y verano, ese olor seco. Puedes sentir como todo tu cuerpo suda, puedes escuchar los sonidos de las personas que caminaban frente a tu casa, el leve murmullo de los vecinos a través de las paredes, los automóviles yendo y viniendo, el ave cantando, o tal vez gritando por el calor, por el agua, por la lluvia que se ha ausentado ya por tanto tiempo, o al menos eso parece.

Puedes escuchar tu voz, pero solo en tu mente, en tu corazón claramente sientes la tesitura de tu voz, el grave sonido que llega al pecho y que no sube a la garganta, que no sale libre al mundo, y recuerdas como de niño gritabas -mami te quiero tanto- y los brazos de tu madre rodeándote fuertemente, protegiéndote, necesitándote tantas veces, y tu jugando en las calles junto a tus amigos, bajo el mismo sol que ahora solo pasa saludando por tu habitación.

Hormigas, ¿cuántas?, una, dos, cinco, dieciocho... -¡he visto toda una ciudad de hormigas mami! -; recuerdas los juegos de niño, pasabas tantas horas viendo como las hormigas construían sus túneles, cargaban su alimento, o viendo el cielo, un ave, escuchando la lluvia caer. Y ahora todo es difuso y nostálgico, ahora recostado, tanto tiempo recostado, y apenas mueves los ojos, apenas ves pasar los años desde la habitación y recuerdas, vives para recordar, vives para olvidar. Todo se llena de luz por la mañana, y el sol recorre los rincones de la habitación y se pierde por la tarde, y todo se oscurece nuevamente, -apenas si se diferencian los días- piensas, tu voz ¿cómo será tu voz ahora que eres adulto?, grave, seca, al menos tu voz interior no te es indiferente, te sientes orgulloso, la imaginas melódica, -podría cantar en un coro- piensas. Un día más.

Solo el sol entra en tu habitación, extrañas que alguien te hable, extrañas sobre todas las cosas las voces de tus amigos, de tu familia, aquellos -te quiero-, aquellos -ven que la comida está lista-, y el viento sopla, parece que todo fuera un sueño, sí, solo un sueño, mejor cerrar los ojos e imaginarse en otro lugar donde puedes caminar libremente, pero no puedes, el sol lo llena todo, hasta los sueños, el viento entrando por la ventana, un día nuevo.

-¿Qué color tendrá mi cabello?- te preguntas, y permaneces en silencio en tu mente, como esperando que alguien te conteste, pero el silencio lo inunda todo ahora, poco a poco comienzas a sentirte cansado, lentamente cierras tus ojos y te ves a ti mismo, en la misma habitación, lentamente comprendes que estas soñando, puedes levantarte, y tu cuerpo, el cuerpo de niño que tanto habías recordado está allí, frente al espejo, sales de tu cuarto y ves a lo lejos la silueta de tu madre en la cocina, yendo y viniendo como lo solía hacer en aquellos días tan lejanos ya.

No te invade la nostalgia, al contrario, te llenas de júbilo al verte rodeado de aquellos fantasmas que te entregan de nuevo las llaves de una vida que había terminado, corres hacia la calle y ves el cielo, ese cielo azul y alto que deja al sol bañar todo cuanto es posible divisar, sientes el calor sobre tus manos y corres, ves a los amigos y los saludas como siempre, y la alegría inunda tu alma al ver el parque, la tienda, el viento moviendo tu cabello de un lado a otro, levantando el polvo, moviendo tu ropa, y tu corriendo simplemente de un lado a otro, cual cometa por el cielo, siendo libre nuevamente, en el sueño. Olvidar, sí, tu alma cedió ante la ilusión, pero todo se fue perdiendo, poco a poco, al oír la lluvia caer, al abrir nuevamente los ojos y estar en tu habitación, y reconocer un cuerpo más grande, unos ojos más pesados, reconocer que todo fue un sueño, y que el tiempo ha pasado, intuir que tu casa está vacía, pues hace años que no escuchas sonido alguno, solo, sí, viviendo en esa habitación sin cuidado alguno, sintiendo el verano, el viento y ahora la
lluvia, meses nuevos.

¿Qué pasa cuando cae la noche? ¿Quién cierra la ventana de la habitación? –hace mucho frío- piensas, todo se vuelve oscuridad, y parece que un sueño nace como una burbuja dentro de una gran masa de agua, una burbuja flotando a la deriva, esperando explotar y diluirse nuevamente en la vasta profundidad de su materia, cerrar los ojos es dejar de ser, encontrar un sentido a la vida detrás de una cortina densa que simula ser la realidad, cerrar los ojos es abandonar la vigilia, aquello que muchas veces parece menos veraz, cerrar los ojos es soñar que se deja de soñar, sí, cerrar los ojos es volver a caminar, es escuchar las voces de un hogar habitado, es sentir la urgencia de existir entre las sombras que alguna vez estuvieron a tu lado, cerrar los ojos es soñar y dejarse ir, es ver cómo se mueve el cuerpo con el viento, y dejar ir la vida sin saberlo, soñar para
siempre, soñar que todo es un sueño, cerrar los ojos mientras tu madre corre a tu encuentro, con los brazos extendidos, mientras tu cuerpo cae inerme, mientras tus recuerdos se acumulan de golpe ante tus ojos cerrados, soñar es padecer cada noche la ilusión de existir sin conocerte, porque en el sueño eres otro, eres el que puede caminar, eres el que aun está vivo, mientras que del otro lado del ocaso lloran tu ausencia, mientras desconoces la realidad del dolor, soñar es continuar viviendo.

Abres los ojos nuevamente, y ves la luz de la mañana, ves el viento que mueve la cortina de tu ventana, -¿todo fue un sueño?- te preguntas, el sol pega contra tu rostro y nubla tu mirada, el  viento trae su aroma con olor a duraznos, el viento que entra por tu ventana, una ventana que acaba de ser abierta, tu rostro voltea, tus ojos ven, tus brazos se mueven, tus oídos escuchan – hijo, ya es hora de ir al colegio- ¿estás soñando nuevamente? ¿Has despertado ya de una noche muy larga? ¡Qué importa ya!, los brazos de tu madre se extienden y arrastran tu cuerpo al borde de la cama, entre tus plantas y el piso helado existe un abismo plantado por un sueño, dejas tu cuerpo caer, y ¡puedes caminar!, y te lanzas a la vida, porque cada paso es vida, porque cada paso es un reto, porque cada paso es luchar por no dejar de soñar, sí, el viento sopla a tu favor, pues empuja tus pasos, ese viento que entra por tu ventana ahora te pega de espaldas, y tienes a tu madre tan cerca que no temes caer, eres un niño apenas, eres un niño que sueña que del otro lado del ocaso eres un adulto, eres un adulto que sueña con una niñez que ha perdido, ¿qué importa quién es el soñador y quién es el soñado si puedes caminar?, si tienes pasos que dar, si al abrir la puerta de tu habitación encontrarás un –te quiero-.

28 octubre 2011

Mi locura por él

Por Domenica Valladares


Parada en el centro del evento. Mi mente estaba en blanco. Todos me gritaban con el alma, ya que nadie se atrevía a decir ni una sola palabra. Sus corazones me decían: "¿Cómo pudiste?", "Él te amaba tanto, confiaba todo en ti", "Él daba su vida por ti". Bien, pues de hecho lo hizo.

Nadie me quería escuchar, nadie comprendía mis razones o motivos. Todos en los que alguna vez confié me miraban con ojos de odio, repudio y desprecio.

Sólo una mano amiga, su hermano. Yo también lo consideraba como mi hermano. Él me dijo: "Tranquila, yo lo sé, entiendo porque lo hiciste, entiendo que todos te odian ahora, yo lo haría de no ser porque te conozco y te amo".

Entonces miré abajo, y un silencio refundió mi alma. Sus ojos estaban clavados en mi mente. Las personas no sabían que él me lo había pedido, antes de la hora me dijo: "duele, pero sigo aquí sólo por ti, quiero tu felicidad". Pero él desconocía que yo no soportaba verlo así, engañado por la vida y agonizando, aunque sonriera, pues lo amaba mucho como para verlo sufrir. Hice lo que tenía que hacer, tomé su mano, me despedí y el veneno hizo su trabajo. Fue muy rápido y dolió menos de lo que le hubiera dolido vivir toda una vida, o lo que restaba de ella, con cáncer.

Con su cuerpo en el piso, me agaché y lo tomé entre mis brazos y allí me quedé hasta que todos se preguntaron dónde estábamos.

No me importaron las consecuencias de mis actos, yo sabía que iría a un lugar mejor. ¿Cómo no iría a un lugar mejor? él fue el mejor hombre que haya conocido, estaría de ahora en adelante sin dolor, sin penas de dinero, sin presión de su familia... sin mí. Ya no toleraba la mirada de los demás. Todos sufrían su pérdida y me miraban a mí tan tranquila y en paz, me odiaban.

Una lágrima rodó por mi mejilla derecha, puse mi mano en mi pecho y lo dejé ir. Su hermano tomó mi rostro y me dijo: "Lava tus manos y alístate, pronto vendrán por ti, pagarás las consecuencias de tus actos en este
mundo, pero estaré con tigo, pues es lo que él hubiera querido, hermana mía".

La única consecuencia que me podría atormentar en éste momento era ese sentimiento de culpa que me decía, no pudiste aguantar el dolor con él, no pudiste correr tan lejos como su fuerza y te quedaste atrás, aun cuando él hubiera corrido con tigo hasta el fin del mundo. 

Toda la historia inicio con el puro destino de la vida. Nuestras vidas se cruzaron por nuestros amigos. Mis mejores amigos eran los suyos, y así lo conocí, así supe su nombre y ese nombre se convirtió en una de las cosas más importantes para mí. 

Desde la primera vez que me habló la química inició, se hizo mi mejor amigo y yo la suya. Todo fue tan natural y rápidamente no enamoramos. Él me enseñó lo que era el amor. Juntos crecimos mucho y nadie nunca esperó que las cosas terminaran así. 

Nos casamos después de finalizar nuestros estudios y todo parecía tan perfecto a su lado. Nunca importó cuántos problemas tuviéramos, el amor nos sacaba adelante y siempre con una sonrisa. Sin embargo yo no estaba preparada para lo que sería el infierno en vida. 

Estábamos cenando una noche, tan bella como todas las demás, y su cuerpo empezó a temblar, me dijo que todo estaba bien y que no pasaba nada, pero un poco después cayó en el suelo y empezó a gritar del dolor. Mi reacción fue el pánico, yo no sabía que pasaba, no sabía qué hacer.

Me dijo lo más tranquilo que pudo: “ve a traer las pastillas que están en mi mesa de noche”. Fui corriendo por ellas, probablemente fue el recorrido a mi habitación, más largo que jamás haya tenido en toda mi vida. Después de habérselas dado y ya que se había tranquilizado vino mi pregunta: “¿Qué fue eso? La respuesta me devastó, me devastó muchísimo más que mi esposo me hubiera ocultado algo de tanta magnitud por tanto tiempo, y aún más, el hecho de que yo no lo había notado. 

Bien así inició MI lucha contra el cáncer, ya que él venía luchando desde hace ya 1 año. No me lo dijo en ese tiempo porque “no quería que yo me estresara”. Es cierto, tenía problemas en el trabajo. Mi familia, mis hermanas y mis padres no eran la mejor familia del mundo, de hecho, todo lo contrario. Sin embargo él siempre fue mi más grande apoyo, y me partía el alma no haber hecho lo mismo por él en todo el año de lucha. Pero ya no podía hacer nada por ese tiempo perdido, así que decidí hacer lo mejor que podía.

Y así fuimos tomando el día a día, las cosas no se pusieron mejor. Mi mente estaba en blanco cuando me mostró todo el panorama de su enfermedad y lo que distintos doctores le habían dicho. Era cáncer hereditario y era algo muy extraño, ya que él era una persona joven y activa. 

Cada mañana agradecía por la vida, y cada noche pedía para que hubiera un mañana. Eran noches infinitas de desvelo, cuidándolo, viéndolo sufrir, sintiéndome completamente impotente e incapaz de hacer algo. El dolor era cada vez más intenso, y cada día yo lo amaba más pues a pesar de todo, cuando me miraba a los ojos una sonrisa aparecía en su rostro. 

Mi corazón no soportaba ni toleraba verlo sufrir así, y él que sólo deseaba que yo fuera feliz, mientras que yo sólo deseaba que su dolor parara. Supongo que no era el deseo más adecuado, pude haber deseado su paz, pude haber vivido mi felicidad compartiéndole un poco a él e ignorando el dolor, pero simplemente era imposible. Era tan insoportable que cada vez que lo veía y escuchaba gritar una furia y enojo se apoderaban de mi corazón, tan grandes que lo único que me quedaba era reclamarle a Dios por lo que nos hacía pasar. No comprendía, él era un fiel católico y jamás hizo daño a alguien, que luego no remendara. No entraba en mi cabeza ¿Por qué a él precisamente le tenía que pasar esto?, con tantas personas malas en este mundo y a la más noble le da la enfermedad más despreciable.

Increíblemente, en mi borde a la locura completa, realicé el acto más despreciable del mundo. Envenené a mi esposo, al ser que yo más amaba, por quien yo daba todo, no me importó la idea de pasar el resto de mi vida en prisión o sufrir la condena de muerte, pero al final yo sólo quería traerle paz.

Dime, en mi lugar, ¿Qué habrías hecho tú?

Minuto de la Vida

Por Alajandra Fuentes


Minuto de la vida

Aprovecha el momento, vive la vida minuto a minuto y jamás t arrepentirás de lo que eres y vives, y si me revelo contra eso que dirá el minuto, si creo que la vida vale mas que un minuto y es mucho mas que un simple momento, que pasa si te digo que me importa un bledo lo que pienses, lo que digas, mi mente sabe jugar muy bien este juego, me engaña ya no se a que serle fiel, si a mi misma o a mi mente, en realidad no existe mi realidad quiero seguir y me hundes en lo mas profundo del pozo, abrir y cerrar heridas, ese momento en el que en el mantel se derramo la gota de sangre de la copa, una pluma sobre el jarrón que colocaste ante mi espejo importaría si mi alma se desprende y me observa como mancha en la pared esa mancha es un minuto de mi ser que sabe vivir, y la observo como mancha un punto en la pared insignificante entre tu y yo, y es que el pétalo de la vida que brindaste esa vida que despertaste y tiraste a lo mas profundo del océano hoy regresa y decide no morir, cree poder pasar sobre ti y no esconderse entre la oscura
realidad que esta viviendo.

Vivir y creer en la realidad la triste realidad, una fatal decisión para permitir que el rosal crezca, sin agua, sin comida sobrevivo ante tus criticas, inicio el periodo de la historia de una espina, la espina que se queda entre la tierra pero que jamás protegerá el rosal que le quitaste de sus manos. Mi mano ensangrentada te suplica le devuelvas una marca de dolor y vida mas y le permitas la expresión, que dejes caer una lagrima de tu ojo y ablandes esa historia pesada de la que no quieres hablar mas, así como esa espina en el lodo la parte mas horrible del jardín vive sin compasión de nadie, vive el minuto que mencionaste sin pensar utilízalo o desperdícialo a nadie le va a importar, todos vuelan a mi alrededor pero no distingo tu cara entre nadie, mi alrededor esta lleno de manchas, manchas de almas en las paredes que no logro distinguir, y si repito que no me importa, solo quiero un camino mas hacia el lugar, ese lugar al que todos quieren ir pero nadie encuentra, nadie sabe donde esta, ese lugar es mió, si desperdicias ese minuto pensando, imaginando quizá puedas decirme que viviste, y tal vez dirás que fue el mejor minuto de tu vida sin saber que no viviste nada mas que una ilusión entre tu cerebro y tu alma, tendrás y descubrirás la historia de tu ser y si volteas a ver la mancha que dejaste en la pared la mancha de tu alma descubrirás que no viviste nada, puede que sea solo un pensamiento y es que estoy aquí descubriendo lo que siento sin saber que es en realidad lo que sentí aquel día cuando me dijiste que querías morir, sin escuchar que tu alma quería vivir y disfrutar el minuto que tiraste deteriorando la mancha de los demás el alma de un ser exquisitamente hermoso que sin saber quiso ayudar, piensa y determina la realidad esa luz de aquella vez, si esa que entre tu y yo creamos aun existe entre los rayos de sol insistentote a ver y vivir tu vida minuto a minuto sin saber que vivir, es una pagina nada mas de aquel cuaderno perdido en la librería de tu abuelo y quizás un peso perdido entre mi bolsa, tómalo si deseas y haz con el lo que te plazca, no se si esto es una novela o simplemente un escrito cualquiera que quizás arrugues y lances directo hacia el basurero, en realidad no me importa lo que sea solo pienso en decir y decir lo que mi corazón quiere mostrar, y es que me encanta dibujar tu rostro en mi paisaje a diario pero detesto que lo borres con una simple y fría nube gris, si quiero decidir sobre mi minuto o sobre mi mancha en la pared que dibuje en el lienzo de la vida que prestaste para darme un pedazo de este mundo, no se, y si de pronto necesito arrugarlo todo yo también y cubrir ese paisaje entre nubes grises, quizá corte una vena o desate la venda que colocaste ayer y de nuevo sirva en mi copa la sangre que derrame, quizá brinde a tu paisaje un nuevo amanecer y descubras lo fría que puede ser tu mañana sin la almohada de las plumas de mi jarrón.

El sentido lo brindas tu y la idea la propongo yo, una mano sobre la otra no significa nada el reloj de mi mano izquierda no tiene batería y mi pulsera de rubíes no te sienta bien, almas van y vienen pero manchas no, si decides quitarla la moveré de lugar pero jamás la eliminare vivirás y desperdiciaras cada minuto de tu vida observándola y tratando de llegar al lugar, mi lugar donde sin mi nadie puede llegar, sin mi nadie puede entrar y si quiero decir mas pretendo decir mas y si quiero vivir mas pretenderé vivir mas, aunque mis tantos años me digan hasta donde llegar mi mancha llegara hasta donde yo diga que llegara, y si me salgo con la mía, adelante la envidia esta, y si me burlo de tu vida, adelante obsérvala bien antes de juzgar, mi sonrisa se dibuja en tu cabello pero lo que siento en este momento jamás lo vas a igualar, tu eres yo no creo ser tu, no se que pretendo al decirte que soy ni lo que quiero, solo pretendo decirle a mi mancha lo mucho que la quiero, quizá con el tiempo se deteriore o elimine de la pared, en realidad hoy no me importa si lo mucho que la quiero se marca en el centro, mi minuto falleció solo es una marca mas en el suelo y sigo escribiendo lo mucho que lo quiero vivir, en el tiempo mas de mil millones de minutos podré encontrar pero ninguno como el que acabo de eliminar, lo perdí sin mas ni mas diciendo lo que quise y lo pensando lo que quise, no tengo a quien hablarle ni tengo a quien dedicarle el tiempo, subo y bajo la escalera de cartas un naipe con el numero mas alto me dirá quizás que debo dejar de pensar en esa marca que me quito el tiempo y sin dejar de pensar quisiera poder escribir en tu pecho la verdad aunque así me cueste mas de los minutos que debí emplear, si entendiste lo que dije no quiero saber, si me odias o me amas al final da igual es mi vida y la vivo minuto a minuto aunque piense que la vida no se vive hasta saber que un minuto vale mas que una vida y que la vida vale mas que un minuto, este armario de valor y decisión se cierra ante cualquier situación, incrusta en su manija la verdad de la verdad y disfruta la realidad del placer de convencer un minuto y convertir tu vida en un minuto. 

Buscando la Luz

Por Claudia Solares


Hay días en que todo esta mal,
y las cosas no salen como queremos.
Dejamos de creer en nuestras capacidades,
y a nuestros sueños adormecemos.

Estamos listos para rendirnos,
para caer al suelo y jamás levantarnos,
No nos interesa buscar la luz
y al negativismo nos aferramos.

Es entonces cuando algo inesperado sucede,
cuando alguien aparece en nuestro camino.
Nos recuerda algo que olvidamos,
o algo que considerábamos perdido.

Nos demuestra que nuestros problemas,
No son tan graves como pensamos.
Tenemos bendiciones por las cuales ser felices,
pero muchas veces las desvaloramos.

Por afanarnos y frustrarnos
No apreciamos lo que verdaderamente es importante.
Nos enfocamos en lo peor,
cuando lo más bello esta adelante.

Es entonces cuando nos levantamos,
Con una sonrisa en el rostro y con el corazón en la mano
Y nos damos cuenta que a pesar de todo,
Nuestro esfuerzo y dedicación nunca serán en vano.

Retomamos nuestros sueños
Y olvidamos los fracasos
En vez de tambalearnos,
Más fuertes damos los pasos.

Con un gesto, una palabra
O solamente una sonrisa
Las tormentas son transformadas
En una tranquila brisa.

Con una sola persona que este con nosotros
En nuestro momento más duro,
Somos capaces de escalar montañas
O de destruir cualquier muro.

Cuando alguien nos sonríe
Y nos tiende una mano,
Nos hace sentir que valemos,
Que nuestra existencia no es en vano.

Muchas veces un pequeño empujón es lo que necesitamos,
Para poder ver con claridad lo que realmente buscamos.

La luz está en las personas,
La luz está en las acciones
La luz está en el amor,
La luz está en las relaciones.

La luz está en todas partes,
Incluso en el silencio.
Está en valorar a los demás,
Está en el aprecio.

Debemos valorar a los demás
Si queremos ser valorados
Y brindarles una sonrisa a todos
Incluso cuando estemos cansados.

Porque así como esa sonrisa,
Nuestro día pudo haber alegrado.
Al devolvérsela a alguien más,
Su vida habremos cambiado.

27 octubre 2011

El Príncipe encarcelado

Por Carlos Vásquez


Y entre aquél silencio se hoyó una carcajada seguida de un festejo, el juego al que los carceleros le dedicaban su tiempo daba un nuevo ganador. Suficiente despiste para que aquellos espadachines consiguieran su ardid. 

De entre las sombras aparecían como gacelas de la noche escurriéndose entre pasillos y escaleras llegando por fin a la celda del condenado y con maestría el candado fue burlado. Si la entrada fue como el relámpago la salida fue como el trueno, sí como el trueno, porque tremendo escándalo hizo el último de los rescatadores cuando doblando en la última esquina en la cola del soñoliento gato se ha parado y con tal estruendo por las gradas ambos han rodado. Semejante traqueteo en medio del silencio sepulcral de la madrugada ha alertado a los guardias que dejando el juego por un lado corren apresurados a dar la alarma porque probablemente un preso se ha fugado.

Se encienden las antorchas y el sheriff a cargo del centro carcelario terminando de ponerse las botas de su cuarto sale vociferando: “Que cierren todas salidas”!

Pero tarde era ya, la fuga se había consumado dejando en el lugar un gran alboroto. El preso más importante de aquella fortaleza había escapado. Un condenado a muerte, en su última noche de vida por unos amigos rescatado pospondría su encuentro con el juez eterno. 

Y es que aunque en aquél entonces la ley se aplicaba con mayor dureza, y las filas de condenados a graves penas eran casi interminables, este reo recién fugado no era cualquier delincuente, su ejecución había sido ordenada por el mismo Rey avalada por el clero y su séquito. Una amenaza verdadera al reino entero. En realidad amenaza al reinado de aquél Rey de dicho reino. Pues el avaro mandatario luego de la muerte de su misericordiosa esposa sumido en el ansia de poder ha quedado.

Y mis queridos amigos para que entender de mejor forma esta historia puedan es necesario que corrija mi mala educación contando el principio de esta historia. Un joven rey asumía el poder, una herida de cruenta batalla enviaba a su última morada al viejo monarca. Su adolecente hijo tomaría el mando de una nación que
se encontraba en medio de una guerra que amenazaba con acabar con la forma de vida de aquella región. Los pobladores y dirigentes de los ejércitos temían que su falta de experiencia jugara en contra de los intereses del reino. 

Sin embargo su atrevimiento en el terreno de combate llevó a retroceder a las líneas enemigas, a que otros pequeños reinos, provincias y comarcas bajo un mismo escudo lucharan y a ganar hasta la última batalla. Al cabo de poco tiempo la paz se respiraba en la región y el viejo reino había multiplicado su tamaño.
Entonces el rey contrajo nupcias con una doncella de uno de los pequeños reinos aliados, una princesa hermosa como ninguna. 

El rey la amaba de eso nunca hubo duda, fruto de ese amor nació un fuerte varón, la alegría de la entera región. Sin embargo los costos y menesteres de gobernar un reino de gran tamaño involucraron al gobernante cada vez más en su trabajo y lo sumieron en la insensibilidad oprimiendo a su pueblo cada vez más. El joven príncipe tomo lo mejor de cada padre, poseía el porte y liderazgo de su padre así como el carisma de la reina. Poco a poco con caridad y diligencia fue ganando la simpatía del común mientras el rey continuaba perdido en los malos consejos de nobles de malas intenciones que dañaban de forma incurable su
imagen.

El rey dándose cuenta de lo que ocurría, vio a su hijo como contendiente al título, entonces temiendo una revolución, un golpe al poder, arrebatadamente decide enviarlo al mando de una fuerza armada que llegaría a apoyar un intento de aniquilar una lejana amenaza. El padre esperaba que el hijo muriera heroicamente
de forma fortuita en el cumplimiento del deber.

Fuerte y efusiva despedida, como algún día su valeroso padre lo hiciera, la real descendencia a defender el honor de la patria como tradicional legado de aquellos que nacieron para hacerse cargo. Los pobladores con lagrimas en sus ojos le deseaban suerte al príncipe y esperaban ansiosos su regreso, regreso del que tenían mucha esperanza ya que su prometida lo estaría esperando en casa de sus padres por lo que la vuelta del joven caballero representaría una boda real, una gran fiesta que desde hace más de 20 años no se daba en aquél lugar.

Pasaron algunas semanas y la reina comenzó a sufrir de salud quebrantos, cosas normales dijeron los médicos y curanderos reales, de cualquier forma los padecimientos empeoraron y en poco tiempo el castillo y el reino entero se vio envuelto en el riguroso duelo. Algunos dicen que la bondadosa reina murió de tristeza por la ausencia de su hijo, algunos otros que decidió morir para desde el cielo proteger a su retoño en la dura batalla que estaría por librar en lejanas montañas.

Días más tarde llegan noticias desde las lejanas tierras montañosas, y para terminar de ajustar eran malas nuevas.

La guerra se perdía, las desventajas de soldados eran incalculables. Ese momento fue aprovechado por el rey, quien anunciaba oportunamente la muerte de su hijo. El pueblo confiado en la veracidad de la noticia dada por el mismísimo soberano quedó sumido en una profunda y mortal tristeza, una gran tragedia sus protectores se encontraban con el creador, ya nadie podía procurar por su bien.

Se decretaron 60 días de duelo, las fiestas estaban prohibidas y nadie podía realizar actividad alguna, el reino entero parecía por momentos un pueblo fantasma.

Llegado el día 61 el rey decretó un día de fiesta, un día en el cual la tristeza era  erradicada por decreto, un nuevo régimen sería instituido, nuevos y mejores días eran anunciados, el gobernante proclamaba sus nupcias con la prometida de su fallecido hijo, para según él mantener el real linaje.

Este suceso sería el inicio de un cambio de medidas en todo el reino, cosas malas a decir verdad, ya que los impuestos serían elevados a niveles ni siquiera imaginados, ni en los mismísimos tiempos de guerra, el pueblo veía como los sueños de grandeza de un rey se convertían en la tiranía de un emperador.

Un buen día, justo en la semana previa a la boda real, un mensajero o más bien un centinela del rey llegó con la noticia de que su hijo, el príncipe supuestamente abatido, se encontraba convaleciente en un convento cercano a las fronteras del reino, y que estaba a un par de leguas de llegar a la provincia más cercana. De inmediato el rey envió a la caballería real a todo galope, esperando así que nadie se diera cuenta de la milagrosa presencia del querido príncipe.

Justo cuando el joven se encontraba a pocos metros de la puerta grande de la comarca, aquella que da para el nacimiento del sol y por la que un día pasase su victorioso padre luego de haber triunfado en la gran guerra, disponiéndose con suma alegría a encontrarse con los suyos y regresar a su tierra, la caballería imperial en lugar de un recibimiento digno y adecuado lo ha arrestado con gran brutalidad.

Algunos habitantes, testigos lejanos de lo acontecido, asombrados comenzaron a sacar conjeturas y es que aunque las leyes se aplicaban con duma crueldad jamás la caballería imperial había acometido en contra de un delincuente con semejante uso de la fuerza.

Y así la historia comienza a tomar sentido, ya sabrán de la identidad del rescatado prisionero, y por lo tanto comprenderán de la importancia de que supone que lo salven de su condena.

Para la próxima entrega prometo el resto de la historia, de cómo surge el rumor de que el valeroso príncipe aún vive, del rescate y sus desventuras, y de cómo termina la historia. Creerán quizás que es predecible pero sorpresas seguramente se llevarán.

26 octubre 2011

Crítica sobre Orgullo y Prejuicio de Jane Austen



Por Flor Vela


Me enfoque más que todo en una de las novelas que más importancia ha tenido, ya que siempre me han gustado las obras románticas, neoclásicas, esta novela se titula “Orgullo y Prejuicio” de la autora Inglesa Jane Austen.
Nació el 16 de diciembre de 1775 en Steventon (Hampshire). De adolecente ella se dedico a escribir por hobby, era su pasión y más que todo para lograr entretener a su familia con relatos como por ejemplo: “Amor y amistad” y “Juvenilia”. Años más tarde escribió una obra conocida como Sentido y Sensibilidad. “Orgullo y Prejuicio” es mi favorita y es una de las más conocidas
de esta autora. La novela desarrolla más que todo el tema de cómo las jóvenes Bennet buscan el esposo apropiado. Se centra en los personajes principales llamados Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy y en cómo deben dejar a un lado su orgullo y sus prejuicios para lograr estar juntos. Lo que se puede observar en esta novela es como el buscar el marido apropiado trae consigo casarse para conseguir una determinada posición social (estatus social).

Realmente se le considera como un clásico de la literatura inglesa, sus temas son limitados y sus personajes se especifican a una clase social determinada (en el caso de esta obra la clase media rural). Describe más que todo las relaciones humanas de la vida cotidiana y sus personajes con gran profundidad y es aceptada para todos los tiempos. A Jane Austen se le denomina costumbrista porque realmente sus temas se centran en las vivencias de todos los personajes y no en el momento histórico en que se viven. Escribe sobre el mundo que la rodea (la clase media alta y las relaciones intrafamiliares). Si nos ponemos a pensar en la época que vivió, realmente las mujeres de ese entonces tenían muy restringido el acceso a la educación media y superior. Era habitual que se educaran en casa y que su profesor fuera su propio padre. Las mujeres no estaban involucradas en la vida política y mucho menos se pretendía que lo estuvieran. Las mujeres de clase social media aprendían dibujo, música o idiomas modernos de la época (siglo XVIII). El padre de Jane Austen era el rector de la parroquia de Steventon y la educó personalmente en su casa. Los temas en los que ella se enfoca en esta obra son la perdida de las ilusiones y la diferencia entre lo moralmente correcto y lo que la vida impone a los seres humanos. El matrimonio también juega un papel importante porque es el objetivo primordial de sus heroínas y por lo tanto de este depende el desarrollo de estos argumentos. Además la posesión de dinero y lograr tener un nivel social razonable son factores importantes para establecer relaciones sociales y personales.

24 octubre 2011

OCTAVO DESCENSO


La gallina de los huevos de oro

Por María Fernanda del Águila

Autor:
Felix María Samaniego



Comentario:
Felix María Samaniego nació en el año 1745 y murió en 1801. Estudió en Valladolid y viajó a Francia, país de gran influencia en su única y gran obra, por la que es conocido es: Las Fábulas Morales. Estas son 157 fábulas distribuidas en 9 libros, escritas por los alumnos del seminario de Vergara.

Samaniego suele ridiculizar los defectos humanos en sus fábulas, imitando a los grandes fabulistas Fedro, Esopo y La Fontaine. 
Cuento:

La gallina de los huevos de oro

Erase una gallina que ponía un huevo de oro al dueño cada día. Aun con tanta ganancia mal contento, quiso el rico avariento descubrir de una vez la mina de oro y hallar en menos tiempo más tesoro. Matóla, abrióla el vientre de contado; pero, después de haberla registrado, ¿qué sucedió? que muerta la Gallina, perdió su huevo de oro y no halló la mina.

¡Cuántos hay que teniendo lo bastante enriquecerse quieren al instante, abrazando proyectos a veces de tan rápidos efectos que sólo en pocos meses, cuando se contemplaban ya marqueses, contando sus millones, se vieron en la calle sin calzones.

23 octubre 2011

El emigrante

Por Andrea Sandoval

El emigrante 
Luis Felipe Lomelí




“-¿Olvida usted algo?
-¡Ojalá!”

Luis Felipe Lomelí nació en Guadalajara en 1975. Ingeniero físico, biotecnólogo, ecólogo y candidato a doctor en Filosofía, ha publicado y vivido en varios países de América y ha sido becario por diversas instituciones. Entre las distinciones que ha recibido destacan el Premio Nacional de Cuento "San Luis Potosí" 2001, por el libro "Todos santos de California", y el Premio Latinoamericano de Cuento "Edmundo Valadés" 2004, por el cuento "El cielo de Neuquén".

Este cuento es considerado como el más corto que se ha hecho, (aparte del de Augusto Monterroso). A mi parecer es uno de los mejores; con tan solo una pregunta y una simple respuesta, refleja los sentimientos de miles de personas que han tenido que irse y dejar atrás a lo que más quieren. Sé que para algunos este cuento resulte muy pobre, pero abre un sin número de puertas para que cada persona se identifique de manera única y piense en su propia respuesta, para mí significa dejar atrás a mi familia, mis amigos, mis cosas, mi hogar y estar en un lugar totalmente extraño y ajeno a mí, despierta un sentimiento de soledad, tristeza y deseo de volver a mis raíces.

El Remolino

Por Evelyn Revolorio



Le quiero compartir el cuento de Ricardo Estrada. Cuentista, crítico literario, catedrático e investigador,  en su vida publico dos libros, "Unos cuentos y cabeza que no siento" y "Otras cosas y santos mártires. Otros cuentos conocidos de el fueron "Tío conejo y tío coyote". Es considerado uno de los grandes renovadores de la narrativa guatemalteca.

El cuento del remolino, es detallista y muy lindo.  Es inspirado en la nostalgia, en como se puede reflejar los momentos de angustia en la vida de una persona y como después de la muerte de un ser querido queda en el recuerdo, como un espíritu vivo, la sombra del pasado. 

EL REMOLINO
Por Ricardo Estrada



        Altas las galerías de nichos. Lápidas de mármol renegrido. Rótulos en cuadrados de lata. Unos hombres blanquean los paredones. Cabecean el clavel, el áster y los crisantemos en floreros de cemento, en floreros de azulejos, en botes haciendo de floreros. Una abeja con pringas de polen zumba entre la corola de un cartucho. Un pajarito de copete picotea la tierra de una jardinera. Las enredaderas y las trepadoras se enredan y trepan por los nombres, las fechas y las cruces. El llantén, la ortiga y la flor de muerto acurrucados al pie de los mausoleos, en las hendiduras de las tumbas y en los rincones de los muros envejecidos de líquenes y musgos. El viento arrastrándose. Arriba, se mecen las araucarias graves y oscuras. En volteretas las hojas secas. Hojas de eucalipto. Hojas de sauce llorón. Hojas de manzanote. Por la avenida de cipreses, un burujo de papel, a toda carrera, rasca el suelo de verdín reseco y puntos brillantes. Briznas de heno. Agujas de pino. Plumas de pájaro. El viento, de barrida, se topa con un montón de ripio. Argamasa reseca. Pedazos de ladrillo tayuyo. Pedazos de madera aún tallada y descolorida. Terrones. Piedras. Restos de coronas y guirnaldas. Se topa el viento con el montón de ripio y de allí se levanta el remolino de polvo. Se eleva. Se envuelve en sí mismo, amarillento y brillante. La tolvanera lleva briznas de heno, briznas de madera, briznas de flores, polvo de ladrillo tayuyo, polvo de argamasa, polvo de huesos. (Entre el montón de ripio, una lata con letras negras y abolladas: E. P. D. Cleto Apolinario Monterroso R. 27 de septiembre de 1889-19 de fro. 1940. Un cariñoso recuerdo de J. A.) El remolino de polvo, en espiral de trompo, por la avenida de cipreses. Un hombre que trae una escalera al hombro da la vuelta y se resguarda del remolino detrás del tronco de una araucaria. El remolino sortea los árboles y pasa saltando un montón de coronas y flores secas. Entonces se le agregan semillas de azulinas, margaritas y agapantos, esporas de culantrillo, polen de azucena, polen de nomeolvides, polen de siemprevivas. El remolino de polvo, lejos del crujido de la caja de muerto, en vuelo de polen, briznas y semillas.
               

El olor del pan recién salido del horno dora el canto de los gallos. Campanas de la Recolección. Campanas del Santuario. Campanas de Santa Catalina.
-Tan-talán-tan. Tan-talán-tan. Tan-talán-tan.
-(Ya están repicando que venía después de la primera misa me dijo pero mejor voy ahora otra vez no vaya a ser que se le haya olvidado) Más allá, las campanas de San José, las de la Merced, las de Capuchinas, las de las Beatas, las del Calvario. Olor de pan francés. Olor de pan desabrido. Olor de pan de manteca. -Tuluc-tuluc -pasa haciendo la leche en los tarros a lomos de mula. Leche de por San José Pinula, de por Puerta Parada, de por San Pedro Pinula. Un viejo hurga en la basura con su bastón. Canastadas de pan francés con su crujidito tostado. Todavía vienen roncando los camiones cargados de carbón humedecido por las nubes de San Lucas. Canasta das de pan desabrido, con sus pirujos, con sus bocones de cachetes tibios, con sus conchas y cachos retorcidos de la risa y palomas de alas apretadas. -Tilín-tilín-tilín -la campanita del rebaño de cabras. Las cabras vienen regando chibolitas por las calles y rompen la fila de los barrenderos. Canastadas de pan dulce -enganchados como patitos de barro, rayadas, shecas, cemitas y pan de culebra. Culebreando las carretillas verdes de los barrenderos en el lagrimón de un borracho echado y encogido en el borde de la acera. Canasta das de pan de manteca -cubiletes, hojaldras, roscas, molletes saltones con su nube de harina y azúcar, tortas con pajaritos sacudiéndose las alas, pan de yemas, champurradas, batidas y chambergas. El anís, el azúcar y el ajonjolí van entre la neblina y se topan con el lechero.

Adormilados los ángeles y los santos. Las tres últimas Avemarías aún revuelan por los altares y se esconden en una hornacina desocupada. En la sacristía, dorado y blancor. Sobre un sillón, desmadejados, la casulla, la estola, el cíngulo y el alba.
-Sí, se lo suplico, padre. Pero se lo suplico mucho.
-No tenga cuidado. Por allá llegaré. Y ya le dije: un platillo con un poco de algodón en rama, migaja de pan, una palanganita con agua, una candela encendida…
-(Un platillo con un poco de algodón en rama migaja de pan una palanganita con agua) Camionetas amarillas, azul y blanco, naranja y rojo. Camionetas trastumbonas, de afuera, con indios y tanates, con redes y manojones de flores.
-(Un platillo con un poco de algodón en rama migaja de pan)

Pasa frente a tiendas, carnicerías, talleres de modas, zapaterías. Automóviles y camiones con los vidrios empañados. Comedores, fondas y herrerías. Funeraria El Recuerdo, Iglesia Evangélica Jesús viene, Tienda La Concepción -Cervezas yaguas frías. Se sirven desayunos-almuerzos y comidas. U n tumulto de perros y ladridos en la esquina. La perra, retozona, corre con la cola erguida. Carretilleros con redes de repollos, acelgas, aguacates y naranjas. Dos jalando y tres empujando. Indios sololatecos con redes de cebollas. Indios con la serpiente roja de la faja, apretadito el paso, bajo el peso de los bultos de verduras hechos con tujas.
-(Un platillo con un poco de algodón) Nabos, remolachas, coliflores. El sastre ya le puso fuego a la plancha de hierro frente a su puerta. Chisporrotea el carbón. Una palanganada de agua, plateando, salta la acera desde otra puerta. El carpintero está barriendo el frente de su carpintería.
-(Otra vez estos chuchos) Arde un montoncito de trozos y viruta debajo del bote que cuelga de un trebejo. El humo de la viruta de cedro busca el olor del pan que pasó por la calle. Peones con piochas y palas a seguir abriendo zanjas. -A mí me da veinte de francés y quince de pan de manteca. -¿Tiene ocote?
-Seis huevos, por favor.
-Que está bien malo el pobre, dicen.
Albañiles encalados de ayer con sus cajas de herramientas: la cuchara, el cernidor, el martillo, el nivel, la plomada.
-Mi pan me lo dio sin ganancia.
-Que anoche entró en agonía.
-Figúrese, por Dios.
-Allí va la pobre.
-Déme de ese bien tostadito. Camionadas de barrenderos. Mulas alegres con trotecillo rápido, jalando las carretas de la basura. Por el boquete del cajón asoman la cara sucia los patojos con su brin al hombro.
-Que bebía mucho, dicen.
-Que fue congestión.
-No, que fue derrame.
-Dios se apiade de él.
-(Un platillo con un poco de algodón en rama migaja de pan una palanganita con agua una candela encendida pobre viejito qué andará buscando entre la basura ya asomaron otra vez estos chuchos)
-Entró en la otra tienda.
-Un francés de a dos y una candela de cera. Sí, una de a diez. . . Camionetas llenas de trabajadores y empleados. Camionetas con colegiales. Un muchachito descalzo va a la escuela con sus cuadernos bajo el brazo.
-Pax huic domui.
-Et omnibus habitantibus in ea.

El gor-gor viene ronroneando desde una cama. Sobre una cómoda, santos de bulto y en estampas, cestos de costura, un tecolote de alcancía. Frascos y tarros de medicinas. Ramitas de laurel y romero. Manojos de ramos contra las tempestades. Dos candeleros con churrigueras de cera. Recostado en la pared, un cuadro. En el cuadro, un enfermo macilento y agónico, con un pañuelo amarrado a la cabeza. Frente a la cama, un sacerdote orando; al lado derecho, un ángel con los brazos extendidos hacia el enfermo; del lado izquierdo, el demonio -peludo, con sus cachos, con su cola, con sus alas de murciélago, tirando de la sábana del enfermo. Chisporrotea la vela encendida. En un platillo está el migajón de pan; en otro, el algodón en rama. En la palanganita de agua juguetea la llama.
-Gor... gor... gor... gor... gor... gor. .. grrr... grr... gr... sssss... gr... gor. .. ggggg...
El sacerdote le aproxima un crucifijo a los labios entreabiertos y resecos. Sube y baja el gor-gor. Los párpados violáceos, en parpadeo delgado. La mano derecha rascando sobre la sábana que recubre el colchón; después, por debajo de la almohada. Rasca y rasca. El frío de la nariz contra el frío del crucifijo. -Asperges me, Domine, hyssopo, et mundabor; lavabis me, et super nivem dealbabor…

-" … quede extinguido en ti todo poder del diablo por la imposición de nuestras manos y por la invocación de todos los Santos…" Del hisopo saltan las gotas del agua bendita y rocían la cama, la cabeza, la cara, las manos.
-(Siento la llovizna ya está lloviznando lloviznaba sobre los árboles sobre tu cabeza y la mía el agua resbalaba por mis ramas y tenías el cabello lleno de estrellas donde bebían gorriones admirados entonces era mayo y tus ojos eran dos cenzontles tibios escondidos en la tarde la llovizna bajaba por el recodo de la siesta y la 'merienda sobre la hierba y las calles y los tejados parecíamos dos temblores de romero salpicados de geranios la pelusilla de tus brazos nidada de agua clara resbalaba junto a mi boca te protegía del agua bajo mi brazo pero antes habíamos jugado con marzo y abril en el río cuando entrabas corriendo en las pozas mansas me salpicaba tu risa ahora casi de tierra quiero esconderme en tus ojos humedecidos) El sacerdote humedece su dedo pulgar derecho en la tibieza y santidad del óleo, y, haciendo la señal de la cruz sobre los ojos, unge en el murmullo de la fórmula sacramental.
-"Por esta santa unción y su benignísima misericordia, te perdone el Señor todo lo que has pecado con la vista…."
- (Veo dos libélulas de aretes entre la caída de tu cabello castaño en junio te ponías un vestido nuevo con dos duraznos debajo de un suspiro veo tu beso sobre mis ojos mis ojos miraban tu lunar azul en la garganta en lo que la tarde picoteaba naranjas veía tus muslos de diecisiete años con caricia de brizna de canela se me metía en los ojos entre ceja y ceja adivinarte toda aquí un lunar y otro en tu fruta de canícula) De los ojos, el dedo pulgar del sacerdote va a las orejas pálidas que asoman entre el pelo crecido y sudoroso. -"Por esta santa unción y su benignísima misericordia, te perdone el Señor todo lo que has pecado con el oído…"
-(Oigo tu voz tu, palabra tu aliento y tu quejido en una cascada arrullo oía por mi corazón tus pasos que te acercaban al repique de las campanas en domingo el viento hacía rezar a los árboles. en un parque que poblaba tu risa oía el viento que jugaba con tu falda ahora oigo caer la niebla que traerá tu distancia siempre quise oírte recogida en el cuenco de mi oreja como campánula dorada y sonando cantabas y mi oído era una puerta melancólica entreabierta cuando te alejabas)
-"Por esta santa unción..." Tiembla la llama de la vela. El sacerdote unge la boca
 -" … te perdone el Señor todo lo que has pecado con la boca…"
-(Beso tu boca y bebo en el ángulo lila de tu párpado mis labios y mis dientes y mi lengua te conocen por tierna y labio por caricia y silencio mientras te recorría mi sed alucinada hasta morderte mi beso de entonces despertaba tu cuerpo esfuminado en el deseo era el tiempo de saborear la menta escondida y las mieles arrebatadas a los pájaros de boca en roca pronunciaba tu nombre de roca en boca mi beso y tu beso encontrándose en los recodos de cualquier tiempo) Entre el humo del incienso chisporrotea la llama de la vela. Afilada la nariz con unas gotitas sobre las aletas heladas. -"Por esta santa unción te perdone el Señor todo lo que…" Va a toser. Tose. El gor-gor vuelve con el sube y baja del pecho y las sábanas. -"…todo lo que has pecado por el olfato." Entonces le unge la nariz. . -(Siento tu olor membrillomanzanarrosa rosa y almohada madrugando junto a los pinos que tenían nidos a los pies para el arrullo piedra de río limpio tabaco de tu cabello mi nariz aleteando te recorría los hombros y la nuca juntos olíamos el pericón y el anís en el llano cuando condimentabas la tarde con tomillo olían los caminos a estar juntos cuando pasabas debajo de las gravileas salías con aroma de estrellas blancas huelo tu tiempo de muchacha me gustaba estar oliendo tus duraznos debajo de un suspiro) La mano derecha rasca por debajo de la almohada; después, va sobre el pecho, y luego va extendiéndose a lo largo del cuerpo. Allí se queda, entrecerrada. El sacerdote unge ahora las manos. Palmas frías, entre blancas y azuladas.

-"Por esta santa unción te perdone el Señor todo lo que has pecado con las manos. . ." Poco a poco las manos se vuelven con el cuenco hacia abajo. Los dedos recogidos. -(Tu cara cabía entre mis manos y después mis dedos caminando se hundían entre tu pelo con las horquetas que hacían mis pulgares con las palmas de mis manos te sostenía por las axilas cuando jugabas a negarte jugábamos andares andares cuando niños trenzando nuestros dedos para el arco del río de niños y niñas y nubes y canciones más tarde tal vez aún lo sientes te recorría toda torpe y palpitante cuando te me perdías pues quería saber si era cierto que estabas a mi lado) -"Por esta santa unción te perdone el Señor todo lo que has pecado con los pies. . ." - (No me cansaba de buscarte mis pies iban detrás de las huellas de los tuyos mi madre me hacía cosquillas en las plantas pronto será octubre noviembre y diciembre buscándome el borde de las uñas te sentía tan distante y cada paso mío era sobre todas las peñas y gradas me cubrías los pies con arena he caminado tanto déjame sentarme a la orilla de ti misma nos descalzábamos para caminar sobre la hierba ahora voy caminando despacio mi madre me regañaba por romper tantos zapatos para que no me lastimen lo frío ese musgo y esas nubes porque voy con los pies por delante esta forma extraña de caminar y no caminar las plantas de mis pies subterráneos me gustaría descansar junto a ti quitarnos los zapatos otra vez y restregar mis pies contra los tuyos a dónde voy a pie sobre espigas de niebla)

-Et lux perpetua luceat eis.

Sus ojos no alcanzan a distinguir los nombres de las lápidas y de los rótulos negros en los cuadros de lata. Entonces se hace sombra con la palma de la mano, horizontal, sobre las cejas. En la boca del nicho hay una hilera de ladrillos esperando. Ve hacia todos lados con el ramo de azucenas y gladiolos blancos entre los brazos. Al dar unos pasos para distinguir mejor, tropieza con los pedazos de argamasa de un montón de ripio. Entre el montón de ripio, una lata con letras negras y abolladas. Se pone a hacer cuentas con los dedos. Los dedos no le alcanzan para los rosarios de tiempo. Se persigna desde su frente llena de arrugas. El viento le agita un mechón gris en la huella del primer movimiento de la señal de la cruz. Sus ojos viajan como dos pájaros desconcertados del montón de ripio al boquete del nicho. Un sollozo subiéndole le derrota los ojos. Allí viene el hombre de la escalera; la ve, pero mejor regresa, haciéndose el desentendido, y cruza al llegar a la esquina de la galería de nichos. Ella mira otra vez la boca del nicho donde hay una hilera de ladrillos nuevos. Da la vuelta y empieza a caminar, apretujando las azucenas y los gladiolos blancos. El remolino de polvo asoma por la avenida de cipreses y manzanotes. El remolino de polvo, remolineando, detrás de ella, en vuelo de polen, briznas y semillas. En un esguince, el remolino pasa alborotándole el cabello y jugueteándole la falda.
-( …mis dedos caminando se hundían entre tu pelo… el viento que jugaba con tu falda)

22 octubre 2011

El Cerdito

Por Pablo De la Vega

Juan Carlso Onetti (1909 - 1994) es, tal vez, no un escritor condecorado, pero sin duda uno de los más prestigiosos de América Latina. Su obra abarca tanto cuento como novela, dónde destacan sus novelas La Vida breve y la trilogía de Santa María. Tuve, tiempo atrás, la oportunidad de leer El Astillero, y déjenme comentarles que la experiencia fue enriquecedora, ya que su prosa es dulce, pero al mismo tiempo, cargada de la nostalgia sentimental de su contexto. Él, como autor, es capaz de concordar el subjetivismo de los personajes con la lírica en el texto, creando mordaces, nostálgicos e irónicos textos plausibles alrededor del mundo. Sin duda uno de los más prestigiosos escritores uruguayos que haya existido. Este texto "El cerdito", contiene toda la fuerza irónica y literaria que caracteriza al autor, al mismo tiempo que funge como crítica social a la misericordia humana. ¡Disfruten de este téxto y cuidado con querer llenar el Cerdito!

El Cerdito 
Juan Carlos Onetti


La señora estaba siempre vestida de negro y arrastraba sonriente el reumatismo del dormitorio a la sala. Otras habitaciones no había; pero sí una ventana que daba a un pequeño jardín parduzco. Miró el reloj que le colgaba del pecho y pensó que faltaba más de una hora para que llegaran los niños. No eran suyos. A veces dos, a veces tres que llegaban desde las casas en ruinas, más allá de la placita, atravesando el puente de madera sobre la zanja seca ahora, enfurecida de agua en los temporales de invierno.

Aunque los niños empezaran a ir a la escuela, siempre lograban escapar de sus casas o de sus aulas a la hora de pereza y calma de la siesta. Todos, los dos o tres; eran sucios, hambrientos y físicamente muy distintos. Pero la anciana siempre lograba reconocer en ellos algún rasgo del nieto perdido; a veces a Juan le correspondían los ojos o la franqueza de ojos y sonrisa; otras; ella los descubría en Emilio o Guido. Pero no trascurría ninguna tarde sin haber reproducido algún gesto, algún ademán de nieto.


Pasó sin prisa a la cocina para preparar los tres tazones de café con leche y los panques que envolvían dulce de membrillo.

Aquella tarde los chicos no hicieron sonar la campanilla de la verja sino que golpearon con los nudillos el cristal de la puerta de entrada, la anciana demoró en oírlos pero los golpes continuaron insistentes y sin aumentar su fuerza. Por fin, por que había pasado a la sala para acomodar la mesa, la anciana percibió el ruido y divisó las tres siluetas que habían trepados los escalones.

Sentados alrededor de la mesa, con los carrillos hinchados por la dulzura de la golosina, los niños repitieron las habituales tonterías, se acusaron entre ellos de fracasos y traiciones. La anciana no los comprendía pero los miraba comer con una sonrisa inmóvil; para aquella tarde, después de observar mucho para no equivocarse, decidió que Emilio le estaba recordando el nieto mucho más que los otros dos. Sobre todo con el movimientos de las manos.

Mientras lavaba la loza en la cocina oyó el coro de risas, las apagadas voces del secreteo y luego el silencio. Alguno caminó furtivo y ella no pudo oír el ruido sordo del hierro en la cabeza. Ya no oyó nada más, bamboleó el cuerpo y luego quedó quieta en el suelo de su cocina.

Revolvieron en todos los muebles del dormitorio, buscaron debajo del colchón. Se repartieron billetes y monedas y Juan le propuso a Emilio:

-Dale otro golpe. Por si las dudas.

Caminaron despacio bajo el sol y al llegar al tablón de la zanja cada uno regresó separado, al barrio miserable. Cada uno a su choza y Guido, cuando estuvo en la suya, vacía como siempre en la tarde, levantó ropas, chatarra y desperdicios del cajón que tenía junto al catre y extrajo la alcancía blanca y manchada para guardar su dinero; una alcancía de yeso en forma de cerdito con una ranura en el lomo.
FIN